Tomás Cruz es un indígena zapoteco que salió de la sierra de Oaxaca cuando tenía 18 años y junto a su esposa se estableció en la enorme Ciudad de México, donde comenzaron a vivir en un cuarto de vecindad que les prestaron unos familiares, en el que apenas cabían y dormían en el suelo, pero poco a poco fue construyendo una mejor calidad de vida para él y su familia, hasta convertirse en todo un maestro.
En 1978 empezó a trabajar en el área del Templo Mayor, epicentro de la actividad de los antiguos mexicas en la gran Tenochtitlan, que había quedado sepultado por los españoles y luego por la gran urbe. Llegó a este lugar solo porque un contratista lo invitó a laborar con él, sin saber nada de arqueología o algo parecido. Comenzó con un pico y una pala, tirando escombro, pero como vieron que era muy dedicado, lo recomendaron con un arqueólogo, con quien aprendió a usar la escobilla, cucharillas y demás instrumentos.
Mientras realizaba estas labores, en los ratos que tenía libres se puso a construir él mismo su casa y como realmente no ganaba lo suficiente en las excavaciones, se iba por temporadas a los Estados Unidos a trabajar y así tener recursos para seguir con su construcción y luego reintegrarse a los trabajos en el Templo Mayor, en los que cada vez ganaba más experiencia.
Hoy en día Tomás sigue laborando en el mismo lugar, pero ahora su trabajo requiere de más paciencia y de un avance mínimo, pero que puede traer grandes hallazgos, pues en este sitio existe una zona conocida como el Cuauhxicalco, un lugar donde es posible que se encuentren los restos de varios reyes mexicas, algo que nunca se ha encontrado, pero según los expertos, están muy cerca de lograrlo.
En la ofrenda 149 en este lugar, encontraron restos de niños, con los huesos de las manos y pies cercenados, además de un águila real y piezas de obsidiana dorada. Sin embargo, cuando iban a tapar la caja de madera, Tomás se dio cuenta de que en uno de los muros había un pasillo. Se cree que este pasadizo llega al corazón de la zona, donde suponen que estarán los restos de los reyes. De acuerdo con el director del proyecto, si los encuentran, será debido al trabajo de Tomás.
En el trabajo ha tenido descubrimientos maravillosos, pero otros terribles en la vida privada, pues su esposa murió de diabetes hace 14 años, una de sus hijas falleció a los 15 cuando la encontraron misteriosamente ahorcada en un columpio y otra fue asesinada por uno de sus primos, quien la dejó encerrada en una cisterna hasta que se ahogó. Hallazgos con los que nadie quisiera encontrarse.
Ahora las excavaciones se han retrasado debido a la pandemia de coronavirus, porque incluso Tomás se contagió y apenas empieza a recuperarse. A pesar de no haber terminado la primaria, este hombre se ha convertido en el maestro de los antropólogos, arqueólogos y biólogos jóvenes que llegan a trabajar ahí. El principal hallazgo ha sido él mismo.