El pasado jueves en Líbano, antes del atentado perpetrado por el Estado Islámico, Adel Termos estaba con su hija en Beirut cuando dos terroristas del Estado Islámico convirtieron la ciudad en un infierno de muerte y destrucción.
Ante esto Adel Termos dio su vida para salvar a cientos de personas al arrojarse a un segundo bombardero suicida antes de que ocasionara más muertes.
Luego de que un primer sujeto explotara frente a una mezquita del barrio Bourj el-Barajne, ubicado al sur de Beirut, en Líbano, y que ocasionara la muerte de 44 personas, Adel avistó al segundo atacante y lo derribó activando la segunda bomba sobre él, lo que causó su muerte y la del suicida.
“Él se tiró al suelo, logrando que el segundo suicida detonase la bomba. Había muchas familias, cientos; las cuales probablemente le deben su sacrificio”.
En este atentado murieron 43 personas y 230 resultaron heridas. Entre los supervivientes está la hija de Adel que logró salvarse, como muchos otros.
En una entrevista concedida a la Public Radio International, el bloguero Elie Fares cuenta que la valentía de Adel Termos logró salvar la vida de quienes se juntaban a otorgar asistencia a los heridos por el primer ataque.
Termos iba acompañado por su hija cuando avizoró al segundo sospechoso y sin pensarlo se arrojó sobre él.
El padre de familia dejó en orfandad a dos hijos, quienes asistieron al masivo funeral por el cual se honró a Termos el viernes pasado en localidad de Tallousa, ubicada al sur de Líbano.