La guerra que se libra en Siria e Irak contra los yihadistas del califato está levantando sus propios héroes, tanto de uno como de otro bando. Y el último héroe del ejército iraquí que pelea contra el ISIS es Abu Azrael, un miliciano chií que se hace llamar el “Rambo iraquí”.
Abu Azrael significa “Padre del ángel de la muerte”, y para miles de iraquíes él es el héroe sin miedo que simboliza el combate contra el grupo Estado Islámico, pues se ha convertido en icono de la resistencia por su arrojo y carisma.
La página de Facebook de Abu Azrael -un hombre fornido, de cabeza rapada y espesa barba que perdió el uso de la mano derecha en una explosión- ya obtuvo más de 280.000 “me gusta” entre sus centenas de miles de seguidores.
Y en las redes sociales, particularmente en Twitter, se multiplican las fotos -ya sea con un helicóptero de fondo o al lado de un león- y comentarios elogiosos del combatiente chiita.
Oriundo de Bagdad, Abu Azrael, cuyo verdadero nombre es Ayub Faleh al Rubaie, popularizó el eslógan “Ila tahin” (hacer harina) con el cual afirma su determinación a “aplastar” al Estado Islámico.
“Juro ante Dios que no tendré ninguna clemencia”.
– Abu Azrael, refiriéndose a los yihadistas.
Abu Azrael personifica la respuesta fuerte y determinada que centenas de miles de iraquíes exigen frente a los milicianos del Estado Islámico. Simboliza la voluntad de combate necesaria para borrar la vergonzosa huida del ejército frente a la ofensiva yihadista de 2014.
Abu Azrael afirma que combatió contra el Estado Islámico en una media docena de campos de batalla. Comenzó su formación militar con el Ejército de Mahdi, la milicia del influyente jefe chiita Moqtada al Sadr, en la región de Damasco, donde participó en combates contra los rebeldes sirios que quieren derrocar al presidente Bashar al Asad.
En Irak, Abu Azrael combatió en Amerli, una ciudad mayoritariamene chiita que estuvo sitiada por los yihadistas en 2014 y donde según dice los milicianos del EI “masacraron a nuestos hijos con hachas”.
Abu Azrael dice que uno de los responsables de esa “masacre” murió en combate pero que a los otros los buscó hasta encontrarlos para cortarles la cabeza. Para justificarse, Abu Azrael cita una frase del Corán: “Atácalos como te atacaron”.
Las declaraciones de este guerrero seducen a muchos iraquíes que reclaman venganza por las atrocidades cometidas por los yihadistas, entre ellas decapitaciones, violaciones y torturas.
“Cuando llevo a mis hijos a la escuela estoy tranquilo. Pero frente al Estado Islámico muestro otra cara. Me considero un mártir al 100%. Si es la voluntad de Dios, estoy dispuesto a morir; ahora o más tarde”.
“¡Os reduciré a cenizas!”, es la promesa que lanza a sus seguidores y que ha trascendido hasta establecerse como eslógan de buena parte de la población iraquí. Este lema resuena en forma de gritos y proclamas en las calles de Bagdad, así como sus enseñas y camisetas con la cara de Abu Azrael,
El “Rambo iraquí” reconoce haber sido formado por los chiíes de Hizbola, el grupo terrorista libanés. También combatió a los americanos en su invasión de 2003. Pero ahora, en cierto modo, combate junto a ellos como parte de las milicias apoyadas por Teherán.
Sus vídeos en YouTube han sido vistos por decenas de miles de veces y cientos de miles de fans le siguen en Facebook. Abu Azrael, de 37 años, aparece normalmente mostrando sus biceps de gimnasio, armado hasta los dientes y sonriente detras de su poblada barba para derrotar a los barbudos suníes.
Su popularidad viene justo cuando más críticas está recibiendo el Ejército iraquí, tras las palabras de altos mandos estadounidenses, criticando la falta de bravura y personalidad de los combatientes de bagdad, pese a ser más que los yihadistas.