Hay un lazo primitivo entre el hombre y el fuego, pues de ahí se deriva en mucho, el desarrollo que ha experimentado la raza humana, por lo que todo hombre debería saber cómo encender uno. Un hombre viril sabe cómo encender una fogata, pero, sin usar fósforos.
Esta es una habilidad esencial para la supervivencia, y nunca se sabe cuándo te encontrarás en una situación en la que necesitarás fuego pero no tendrás fósforos. Tal vez tu avión se derrumba mientras vuelas por Alaska; o tal vez estás acampando y pierdes tu morral en una lucha contra un oso… bueno, puede no ser una situación tan dramática, pero las condiciones climáticas extremas como el viento y la humedad vuelven inútiles a los fósforos. Y si jamás necesitas utilizar estas habilidades, de cualquier modo es genial saber cómo encender fuego, donde sea y como sea.
1. Fuego basado en fricción
El fuego basado en fricción no es para cualquiera; es quizá la manera más difícil de crear fuego sin fósforos. Existen técnicas diferentes que puedes usar para hacer fuego con fricción, pero el aspecto más importante es el tipo de madera que vas a usar como base y eje.
Un madero eje es el trozo de madera que usarás para girar y generar fricción entre él y una base, también de madera. Si creas suficiente fricción entre ambas superficies es posible que surja una chispa que servirá para crear fuego. La madera de álamo, sauce, cedro, ciprés, nogal y enebro son las mejores elecciones para encender una fogata.
Antes de poder utilizar la madera para iniciar un fuego a base de fricción, debe estar completamente seca. Si no lo está, debes secarla antes de intentarlo.
Taladro de mano
Este método es el más primitivo y básico, pero el de mayor dificultad. Necesitarás madera, un par de manos incansables y mucha determinación. Tranquilo: este método seguro hará que te salga más pelo en el pecho que cualquier otro. Se hace así:
Construye un nido de hierba seca
Tu nido será usado como base para la flama que crearás a partir de una chispa. Procura hacerlo de cualquier material que se encienda con facilidad como hojas secas, pasto seco y corteza de árbol.
Haz una muesca
Corta una muesca, que es un agujero que sirve para encajar una cosa en otra, con forma de V en la base de madera; esto servirá para que encajes el madero que girará.
Coloca corteza bajo la muesca:
Usa la corteza de árbol para y otros materiales secos para captar de inmediato l achispa que surja a partir de la fricción entre el eje y la base.
Empieza a girar:
Toma el madero eje y ubícalo en la madera base. Procura que el eje tenga al menos 60 centímetros para que esto funcione. Mantén la presión sobre la base y empieza a girar el madero eje entre tus manos, moviéndolo rápidamente en un movimiento circular. Continua haciendo este movimiento hasta que se forme una chispa.
Prende el fuego:
Una vez que veas la punta del eje ardiendo, dale un golpe para que la chispa caiga en la corteza; transfiere la corteza al nido. Sopla suavemente para iniciar una flama.
2. Fuego Deslizante
Esta es una variación del anterior, que también se basa en la fricción, solo que en lugar de girar, aquí tienes que deslizar un trozo de madera sobre otro.
Prepara la base
Corta una ranura lineal en el madero base, que será de una madera más suave, y ese será el trayecto del madero eje, que será de una madera más dura.
¡Frota!
Toma la punta del madero eje y ponlo en la ranura; frota la punta sobre la base en un movimiento hacia arriba y hacia abajo.
Prende el fuego
El nido de restos secos debe estar cerca al madero base, para que puedas llenarlo de chispas a medida que frotas los maderos. Una vez que prenda el nido, sopla suavemente para prender la llama.
El taladro con arco
El método del taladro con arco es probablemente el método de fricción más efectivo, ya que es más fácil mantener la velocidad y presión necesarias para crear fuego. Además del madero base y el eje, se requiere una manija y un arco con cuerda.
Consigue la manija
La manija se utiliza para presionar el extremo opuesto del madero eje mientras lo rotas con ayuda del arco. Puede ser una piedra u otro pedazo de madera. Si utilizas otro pedazo de madera, procura usar una madera más fuerte y resistente que la que usas como eje. La madera con sabia y aceite es buena, ya que lubrica el eje y la manija.
Haz tu arco
El arco debe ser tan largo como tu brazo. Utiliza una pieza de madera que sea levemente curva. La cuerda del arco puede ser cualquier cosa: un cordón, una agujeta o un pedazo de cuerda funcionan de maravilla. Solo procura usar algo que no se vaya a romper. Ata la cuerda a los extremos de la madera curva y tu arco estará listo.
Prepara el madero base
Corta una hendidura en forma de V y crea una depresión adyacente. Pon el nido de restos secos bajo la hendidura.
Amarra el madero eje
Atrapa el madero eje con un nudo de la cuerda. Pon un extremo del madero contra la base y aplica presión sobre el otro extremo con la manija.
Empieza a serruchar
Usando tu arco mueve tu brazo como si estuvieras serruchando, hacia adelante y hacia atrás. Has creado un taladro mecánico rudimentario. El madero eje debe estar girando rápidamente. Continúa frotando hasta crear una chispa.
Prende el fuego
Deja caer la chispa en el nido de materiales secos y sopla levemente. ¡Ya tienes una fogata!
3. Piedra y Acero
Esta técnica es antigua. Siempre será una buena idea llevar piedra y acero a cualquier viaje de campo que hagas, pues los fósforos se humedecen con facilidad, volviéndose inútiles, pero siempre podrás sacar una chispa de una piedra. Puedes conseguir en línea cualquier set “Iniciador de Fuego”, como el Equipo de Acero del Ejército Suizo.
Si no tienes un set de piedra y acero, podrás improvisar con cuarcita, una piedra dura que contiene cuarzo y es muy común, y con la cuchilla de tu navaja de bolsillo (sí llevas navaja de bolsillo a tus excursiones, ¿verdad?). También necesitarás “char”, es decir, tela que se ha carbonizado. La ventaja del char es que atrapa las chispas y arde sin generar combustión o llamas. Si no tienes char, un pedazo de hongo o árbol servirá.
Utiliza la piedra y el pedazo de char
Toma la roca entre tus dedos pulgar e índice. Asegúrate que una orilla cuelgue a 2 o 3 pulgadas. Toma el char entre tu pulgar y la piedra… ¡Golpea! Agarra el dorso del acero o utiliza el dorso de tu navaja. Golpea el acero contra la piedra una y otra vez. Verás cómo las chispas del acero caen en el char, causando una chispa.
Prende el fuego
Dobla el char e introdúcelo en el nido de materiales secos.
4. Utiliza lentes para generar el fuego
Prender fuego usando una lupa o un lente es un método fácil para lograrlo. Cualquier niño que haya derretido soldaditos de plástico con una lupa sabrá cómo hacer esto. Si nunca lo hiciste, aquí te enseñamos:
Lentes tradicionales
Para crear una fogata solo necesitas alguna clase de lente para enfocar la luz del sol en un punto específico. Una lupa, unos anteojos o unos lentes de binoculares funcionan a la perfección. Si agregas un poco de agua al lente, podrás intensificar el rayo. Coloca el lente en un ángulo hacia el sol para enfocarlo hacia una área tan pequeña como sea posible. Pon el nido bajo ese punto y pronto tendrás una fogata.
La única desventaja de este método es que solo funciona cuando hay sol. De tal manera que si es de noche o está nublado no tendrás suerte al realizarlo.
Además de los típicos lentes, existen tres raros pero efectivos métodos para iniciar un fuego:
Globos y Condones
Al llenar un globo o un condón con agua, podrás transformar estos objetos ordinarios en lentes capaces de crear llamas.
Llena el condón o globo con agua y amarra el extremo del mismo. Déjalo tan esférico como sea posible. No los infles demasiado o distorsionarás el punto focal de los rayos solares. Aprieta la bomba en tus manos para darle una forma que resulte en un circulo de luz. Trata de apretar el condón por la mitad para formar dos lentes pequeños.
Los condones y globos tienen menor poder focal que los lentes convencionales, así que deberás ponerlos más cerca del nido.
Fuego de hielo
Hacer fuego de hielo no es solo un tonto cliché usado en temáticas escolares. En realidad sí es posible hacer fuego a partir de un pedazo de hielo. Solo necesitas darle al hielo forma de lente y usarlo como utilizarías una lupa para iniciar una fogata. Este método suele ser útil acampando durante el invierno.
Toma agua clara
Para que esto funcione, el hielo debe ser claro y transparente. Si está nublado o tiene impurezas, no va a funcionar. La mejor manera de hacer un bloque de hielo transparente es llenar un plato o taza hecha de papel de aluminio con agua clara de estanque o nieve derretida. Debe dejarse congelar hasta que forme hielo. El bloque de hielo debe tener un grosor de aproximadamente dos pulgadas para funcionar.
Dale forma a tu lente
Usa tu navaja de bolsillo para dar forma de lente al trozo de hielo. Recuerda que un lente es más grueso en la parte central y delgado en la periferia.
Pule tu lente
Después de obtener la forma de un lente, termina de arreglarlo puliéndolo con tus manos. El calor de estas hará que el hielo se derrita lo suficiente para que obtengas una superficie suave y lisa.
Prende el fuego
Posiciona el lente hacia el sol como lo harías con cualquier lente. Apunta la luz al nido y observa cómo un cliché que pensabas tonto, ¡cobra vida propia!
La Lata de Coca Cola y la Barra de Chocolate
Este método apareció en un video de YouTube hace algún tiempo y resulta genial. Solo necesitas una lata de soda, una barra de chocolate y un día soleado.
Pule el fondo de la lata de soda con el chocolate
Abre tu chocolate y empieza a frotarlo contra el fondo de la lata de soda. El chocolate funciona como un pulidor y dejará el fondo de la lata brillando como un espejo. Si no tienes un chocolate, la pasta de dientes también funciona.
Prende el fuego
Después de darle brillo al fondo de la lata, lo que tienes en tu poder es un espejo parabólico. La luz del sol reflejará en el fondo de la lata, formando un punto de foco simple. Tiene el mismo principio de un espejo de telescopio. Apunta el fondo de la lata hacia el sol; habrás creado un rayo de luz altamente focalizado apuntando hacia el nido. En algunos segundos deberás tener una llama.
Si bien es complicado pensar en alguna situación en la que te encuentres en medio de la nada con una lata de soda y una barra de chocolate, este método parece genial.
5. Baterías y Lana de Acero
Al igual que el método del chocolate y la lata de soda, es difícil imaginar una situación donde no tengas fósforos pero tengas baterías y lana de acero. Pero, nunca sabes si lo vayas a necesitar. Además es un método fácil y divertido para probar en casa.
Elonga la lana de acero
Deja las delgadas fibras de este material de unas 6 pulgadas de largo y media pulgada de ancho.
Frota la batería contra la lana de acero
Sostén la lana de acero en una mano y la batería en otra. Cualquier batería funciona bien, pero la más recomendada es la de 9 voltios. Frota el lado de la batería con los “contactos” contra la lana; esta empezará a brillar y arder. Sopla suavemente.
Pasa la lana ardiendo al nido
La llama de la lana se extinguirá rápidamente, así que no pierdas tiempo.
Una buena noticia es que también funciona con baterías de celular y si todavía no tienes claro cuál es la landa de acero, muchos de los “estropajos” para lavar trastes están hechos de este material: