Toda la vida hemos cuestionado nuestra propia inteligencia y no se trata solo de nosotros. A pesar de que nuestros padres siempre nos han hecho creer que lo somos, los compañeros de escuela, amigos de la infancia y uno que otro chico bully nos han hecho dudar alguna vez de nuestras capacidades.
Tal vez no te has dado cuenta del genio que llevas dentro, así que si haces alguna de estas siete cosas tal vez seas mucho más inteligente de lo que pensabas…
1. Tienes curiosidad por todo
Cuando se es un bebé, durante los primeros tres años se aprenden las cosas esenciales de la vida: a caminar, hablar, caer y levantarse, qué es frío y caliente, etcétera. Pero para un genio nunca termina esa etapa, nunca deja de interrogarse cómo es que funcionan las cosas y siempre busca la respuesta para ello.
Si todo el tiempo estás ansioso por aprender cosas nuevas, incluso sobre los sucesos más extraños como quién inventó el reloj de arena, por qué Irlanda no está unida o por qué ella no te ama… pues déjame decirte que tu intelecto es alto.
2. Hablas contigo mismo
Tal vez sea algo normal para todos, pero ¿alguna vez te ha pasado que comienzas a pensar en voz alta en lugar de seguir conversando en tu interior? Bueno, este es otro punto para considerar que eres un genio.
3. Lees mucho
Las obras de Nietzsche, Schopenhauer, Camus, Tolstoi y Dostoievski… sabes muy bien de qué trata casi cualquier libro del que alguien pueda hablar. Si eres así, ¡genio!
4. Disfrutas desafiando tu propio intelecto
No estás contento solo con el arte de aprender; los verdaderos genios están obsesionados con desafiarse a sí mismos. ¿Te gusta ponerte retos y borrarlos?, ¿realizar acertijos, jugar trivias y juegos de palabras? Esto es otra señal de que eres un genio.
5. Eres olvidadizo
Un genio no es perfecto. Sobrecargar tu cerebro con un conocimiento complejo, ser plagado de interminables preguntas y pensar intensamente cada hora del día tiene un precio. El olvido es ese precio.
6. Adicciones
Otro signo frecuente de imperfección en los genios es su dependencia de sustancias como el alcohol o las drogas. Durante milenios algunas de las mentes más brillantes a lo largo de la historia han utilizado estas sustancias como un mecanismo de supervivencia. Otros las usaron para la experimentación.
Arthur Rimbaud llenó su hígado de absenta cuando estaba en su adolescencia; Robert Louis Stevenson escribió El extraño caso del Dr. Jekyll y el Sr. Hyde durante una borrachera de seis días; Brendan Behan bebió hasta que su estómago estalló; las últimas palabras de Aldous Huxley fueron: “LSD, 100 microgramos”. ¿Qué te dice eso? Ok, son genios, pero intenta no seguir sus pasos. Vive de manera sana.
7. Te preocupan las cosas y piensas demasiado
¿Por qué existe la vida?, ¿cuál es su propósito? ¿Quiénes somos y para qué estamos aquí? Para un genio la vida puede resultar difícil, no hay respuestas a la vida. Las preguntas filosóficas acerca del ser no llegan a conclusiones tangibles, por lo que puede ser demasiado y obligarlos a estar plagados de dudas.
Si te identificas con algunas de estas señales entonces realmente eres un genio. Si no, comienza a tratarte como a un genio y fíjate metas. Al final el resultado será ¡genial!
No todo es absoluto. Como dijo una vez Einstein:
Todo el mundo es un genio, pero si se juzga un pez por su capacidad de trepar a un árbol vivirá toda su vida creyendo que es estúpido.