Si te va bien en tu trabajo, tienes una gran pareja o estás emocionado con tu vida, entonces sigue, relájate, y deja de leer este artículo, puesto que esto no es para ti.
Estás haciendo un gran trabajo y nos sentimos orgullosos de ti! Y para que no digas que perdiste el tiempo entrando aquí, te dejamos una foto de Los Beatles en una guerra de almohadazos:
Para quienes la vida no va tan bien como quisieran, vamos a intentar algo: escriban o digan en voz alta 5 cosas maravillosas de ustedes, pero cosas que hagan, no que sean, por ejemplo: “Gané el Premio Nacional de Ajedrez” o, “Hago el mejor sushi de todo el vecindario”.
¿Encontraste difícil el hacer esta lista? Entonces lo que viene a continuación es para ti, y tal vez lo vas a odiar, sobre todo porque pensarás ¿por qué no me lo dijeron antes?
1. Al mundo solo le importa lo que pueda obtener de ti
Si quieres saber por qué la sociedad parece rehuirte, o por qué no parece respetarte, se debe a que la sociedad está hecha de gente que necesita cosas. Necesitan casas dónde vivir, necesitan comida para alimentarse, necesitan entretenimiento, necesitan vidas sexuales satisfactorias.
En el momento que llegaste a este mundo te convertiste en parte de un sistema diseñado puramente para satisfacer las necesidades de otros:
https://www.youtube.com/watch?v=CJWOLa2buBs
O te tomas la molestia de ver por esas necesidades al aprender un único set de habilidades, o el mundo va a rechazarte, no importa qué tan dulce, generoso y amable seas. Quedarás pobre, quedarás solo, te dejarán afuera en el frío.
¿Suena cruel no? Pues hay algo más: el amor y la verdad sí importan, pero siempre y cuando lo apliques en alguien más, cuando les des algo que no puedan conseguir en otro lado…
2. Los hippies estaban equivocados
Tu “trabajo” y tu oficio pueden no ser la misma cosa, pero en ambos casos no eres más que la suma de todas tus habilidades útiles. Por ejemplo, ser una buena madre es un trabajo que requiere una habillidad. Es algo que una persona puede hacer, que es útil para otros miembros de la sociedad.
Pero no te equivoques: tu “trabajo” —aquella cosa útil que haces por los demás— es todo lo que eres. Hay una razón por la que los cirujanos obtienen más respeto que los escritores de sitios web de comedia. Hay una razón por la que los mecánicos obtienen más respeto que los hippies desempleados. Hay una razón por la que tu trabajo se convertirá en tu etiqueta si tu muerte llega a las noticias (“Linebacker de la NFL muere en asesinato/suicidio”).
Seguro esto no te gusta, pero aunque desees otra cosa, y aunque no te gusten ciertas cosas, de todos modos suceden. La gente tiene necesidades y por tanto asigna valor a la gente que puede cumplirlas.
Estos son los simples mecanismos del universo y no responden a nuestros deseos. Si tu objeción es que no eres un capitalista materialista y superficial y que no estás de acuerdo en que el dinero es todo, solo puedo decirte: ¿Quién dijo algo sobre dinero? Estás perdiendo el punto principal.
3. Lo que produces no tiene que hacer dinero pero sí beneficiar personas
¿Qué ofreces tú? Porque las mujeres parecidas a Zooey Deschanel por las que has estado soñando se humectan la cara por una hora cada noche y se sienten culpables cuando comen algo que no sea ensalada para el almuerzo. Ella va a ser un cirujano en 10 años. ¿Tú qué haces?
-“¿Qué, estás diciendo que no puedo conseguir chicas como ella a menos que tenga un buen trabajo y genere mucho dinero?”
No, tu cerebro salta a esa conclusión para que tengas una excusa de menospreciar a quien te rechace, al pensar que solo están siendo superficiales y egoístas. La pregunta es, ¿qué ofreces? ¿Eres inteligente? ¿Gracioso? ¿Interesante? ¿Talentoso? ¿Ambicioso? ¿Creativo?
¿Eso te rompe el corazón? OK, ¿ahora qué? ¿Vas a deprimirte, o vas a aprender cómo operar? Es tu decisión, pero no te quejes luego de que las mujeres se enamoran de idiotas; se enamoran de esos idiotas porque esos idiotas ¡tienen otras cosas que ofrecer!
4. Te odias a ti mismo porque no haces nada
Para ti siempre es: “¿Cómo puedo conseguir un trabajo?” y no “¿Cómo puedo ser el tipo de persona que los empleadores quieren?”. Es “¿Cómo puedo hacer que las chicas lindas me quieran?” en vez de “¿Cómo puedo convertirme en el tipo de persona que las chicas lindas quieren?” Podrías tener que cambiar tu personalidad.
Tú no te odias porque tienes baja autoestima o porque otras personas son crueles contigo. Te odias a ti mismo porque no haces nada. Ni siquiera te puedes “amar a ti mismo por quién eres”. Es por eso que eres miserable y preguntas qué debes hacer con tu vida.
Y si odias escuchar esto y estás respondiendo con algo que escuchaste de niño como: “¡Es lo que está dentro lo que importa!” entonces solo puedo decir…
5. Lo que eres por dentro solo importa por lo que te hace Hacer
Hay cientos de personas que piensan que son escritores. Piensan en sí mismos como escritores, se presentan como escritores en las fiestas, saben que muy dentro tienen el corazón de un escritor.
Lo único que les falta es ese paso final insignificante, donde de hecho escriben cosas. Hay una defensa común a todo lo que he dicho hasta ahora, y a cada voz de crítica en tu vida. Es esa cosa que tu ego te dice para prevenirte de hacer todo ese duro trabajo de mejorar: “Yo sé que soy una buena persona en el interior.”
Tú no eres nada más que la fruta. A nadie le importa tu tierra. “Quien eres por dentro” no tiene importancia junto a lo que produces para otras personas. Todo lo que te pido es que apliques las mismas condiciones a ti que a los demás.
¿Tienes el típico amigo cristiano fastidioso cuya única respuesta al ayudar a alguien es “rezar por ellos”? ¿No te vuelve loco? Ni siquiera digo si rezar funciona o no; eso no cambia el hecho de que escogen el tipo de ayuda que no requiere que se levanten de su asiento.
6. Todo dentro de ti va a resistirse a mejorar
La mente humana es un milagro, y nunca la verás dispararse más bellamente a la acción que cuando luche contra la evidencia de que necesita cambiar. Tu mente está equipada con capa tras capa de mecanismos de defensa diseñados para destruir cualquier cosa que pueda impedir que las cosas sigan exáctamente como están.
Seguro estarás pensando: “¿quién es él para llamarme flojo e inútil? ¡Una buena persona jamás me hablaría de ese modo! ¡Escribió todo esto sólo para sentirse superior a mí y hacerme sentir mal sobre mi vida! ¡Pensaré en mi propio insulto para equilibrar el marcador!”.
Es mucho más fácil simplemente sentarse y criticar las creaciones de otras personas. Esa película es estúpida. Los hijos de esa pareja son unos malcriados. La relación de esa otra pareja es un desastre. Ese tipo rico es superficial. Este restaurante apesta. Este escritor es un idiota.
¿Qué vas a hacer? Mientras otras personas te digan: “¡Hagamos el propósito de Año Nuevo de bajar 8 kilos!” Yo te voy a proponer: hagamos la promesa de hacer cualquier cosa— agrega cualquier habilidad, cualquier mejora a tu caja de herramientas humana, y vuélvete suficientemente bueno para impresionar a otros. No me preguntes qué. Escoge algo al azar si no sabes.
“No tengo el dinero para tomar una clase de cocina”. Entonces siéntate, abre Google y busca “cómo cocinar.” Incluso ya filtraron el porno, es más facil que nunca. Maldición, tienes que acabar con todas esas excusas. O ellas acabarán contigo. No tienes nada qué perder y el mundo te necesita!