Dicen que un buen guerrero no deja atrás a un compañero. Así lo demostró el veterano del ejército James Farmer Jr. quien, a sus 62 años, perdió la vida al defender a dos jóvenes que estaban siendo atacados.
En Denver, Colorado, James Farmer Jr. era un hombre de familia que planeaba encontrar trabajo para poder enviar dinero a su familia. Vivía temporalmente en su automóvil, ahorrando lo más posible para poder volver a Seattle y comprar una casa para él y su prometida.
Padre, hermano, abuelo y prometido, Farmer había cumplido su servicio en el ejército y era conocido por el personal del Centro St. Francis, un albergue que frecuentaba en busca de empleo y vivienda para adultos sin hogar.
El 16 de junio, en el centro de Denver, Farmer despertó en su automóvil y vio a un vagabundo atacando a un par de jóvenes, hasta dejar a uno de ellos inconsciente. El veterano saltó en su defensa.
Fue entonces cuando DeJuan Stamps, de 28 años de edad, comenzó a golpear a Farmer hasta que lo asesinó. Cuando la policía llegó al lugar, el atacante seguía golpeando el cuerpo que yacía en el suelo. Stamps fue arrestado y enfrenta cargos por asesinato y agresión.
El padre de uno de los jóvenes atacados, Wes Brown, comentó que su hijo estaba tan herido que si no hubiera sido por la intervención de Farmer, seguramente habría muerto.
Y como el valor no tiene fecha de caducidad, para honrar su valiente vida y su acto heroico, el Centro St. Francis celebró un servicio conmemorativo para James Farmer Jr.