Es muy probable que en los próximos años no usemos tanto el dinero en efectivo como lo hacemos ahora, ya que algunas encuestas indican que cada vez menos personas portan consigo dinero físico. Aunque no era para menos, pues de esta manera se pueden evitar asaltos o actos de corrupción.
La disminución en el uso de dinero en efectivo es un hecho, ya que es mucho más cómodo y fácil pagar con tarjeta o hacer transferencias a través de las aplicaciones que están disponibles en los teléfonos celulares. A pesar de todo esto, siempre habrá ventajas en traer dinero físico, por eso a continuación te presentamos cinco de ellas. No pierdas detalle y presta atención, pues esto te ayudará a la hora de organizar tus finanzas.
1. Puede sacarte de un verdadero apuro
Aunque ya es muy común que en todas partes sea posible pagar con tarjeta de crédito o débito para hacer las compras, habrá situaciones donde solamente pueda recibirse dinero en efectivo, como en el caso de una emergencia en la que no sería posible realizar un pago para transportarse de manera rápida o pagar un servicio urgente durante un apagón, caída del sistema o al olvidar el NIP de tu tarjeta. También será de gran utilidad bajo otras circunstancias cotidianas en las que solo se acepta dinero en este formato, ya sea pagar el estacionamiento, la cena cuando la terminal bancaria del restaurante no funcionó o quizá comprarle flores a esa persona especial.
2. Propinas
Valorar el servicio brindado por otras personas es algo que en verdad se agradece. A los proveedores de servicios o hasta las peluquerías en las que solo es posible pagar con dinero electrónico se les cobra una tarifa de un .30 por ciento de comisión. Por esta razón el efectivo puede jugar un papel importante al dejarle una pequeña propina al comerciante que se beneficiaría directamente de esta o también a los camareros, pues ellos quizá reciben un sueldo, pero de lo que mejor se benefician es de las propinas en efectivo porque tienen oportunidad de declarar menos del dinero que recibieron como ingresos a efectos fiscales.
3. Salud financiera
A través de diferentes estudios se ha demostrado que la gente gasta más cuando tiene dinero en una tarjeta que cuando cuenta con el efectivo. Esto se debe a un efecto psicológico en el que este último genera una especie de “dolor” que hace que las transacciones se sientan mucho más reales, mientras que al hacer una transacción electrónica se siente un poco más distante, ya que el dinero solo desaparece al hacer un simple toque o un clic en la pantalla al comprar algo.
4. Privacidad
El uso de tarjetas genera gran cantidad de datos y estos pueden ser utilizados por las mismas instituciones financieras, el gobierno o en el peor de los casos, grupos delincuenciales. Por esta razón, al utilizar solamente efectivo, es posible evitar todo tipo de fraudes y extorsiones.
5. Universalidad
Por excelencia sigue siendo la mejor forma de pago, así como la más accesible, pues es capaz de superar la brecha entre los usuarios que prefieren los medios electrónicos y los analógicos que genera la falta de acceso a la tecnología. Además, aún es empleado en la mayoría de los países. Otro punto muy importante es que muchas personas lo prefieren debido a su desconfianza por los medios electrónicos. Por otra parte, en el caso de prohibir los pagos en efectivo, los sectores más desfavorecidos de la sociedad no podrían tener acceso al consumo, por lo que la desigualdad social se vería en aumento. Entonces tal vez es mejor seguir con un sistema en el que ambas formas de pago puedan seguir conviviendo. Sin embargo, es muy probable que al final, los sistemas digitales terminen por imponerse por completo.