Imagina que por azares del destino tú y Katy Perry se conocen, pero no solo eso, ella termina enamorándose perdidamente de ti, tanto que hasta te pide matrimonio. Sí, lo sabemos, la probabilidad de que esto suceda es extremadamente baja, pero puede ser posible.
La historia que te presentaremos a continuación trata de algo similar, aunque no es una gran historia de amor, ya que involucra a una mujer de 63 años estafada por la cantidad de nada más y nada menos que 200 mil dólares por un hombre que pretendía ser Bruno Mars.
Hace unos días, una mujer conocida como Jane, originaria de North Richland Hills, Texas, expuso que en el 2008 fue estafada por este hombre mientras reacomodaba su vida tras la muerte de su esposo.
Ella se mudó de casa y en esa transición comenzó a conocer gente nueva en redes sociales. ¿Quién no lo hace? Todo transcurría de lo más normal, hasta que un día le llegó un mensaje con una frase bastante familiar para ella que decía “Hey baby, i think i wanna marry you” y, claro, ella no pudo evitar emocionarse, ya que se trataba de un verso que aparece en la canción de Marry You de Bruno Mars, por lo que rápidamente fue a revisar el perfil de donde provenía este mensaje, topándose con que tenía el nombre y varias fotografías del cantante.
De esta manera inició una relación entre ellos dos, platicaban durante todo el día y hasta altas horas de la noche, pero conforme todo iba tornándose en un ambiente de mayor confianza, el sujeto comenzó a pedirle dinero. Así de vividor.
El estafador, posteriormente identificado como Chinwendu Azuonwu, de 38 años de edad, empezó por pedirle cinco mil dólares para pagar la renta de unos autos que usó en el video de 24k Magic World Tour del 2018. Sin embargo, las cantidades de dinero fueron aumentando conforme pasaba el tiempo, ya sea para sus presentaciones o algunos percances que se le presentaban, y fueron tal que llegaron a sumar miles de dólares. Aun con todo esto, para Jane la relación se basaba más en la admiración y apoyo hacia el artista. De hecho, hasta llegó a recibir un paquete con el nombre de Bruno Mars que contenía un anillo de compromiso.
Ella nunca comentó absolutamente nada de lo que hacía, pero asistía con frecuencia al banco a realizar retiros de su fondo de ahorro, pues ya habían estado platicando sobre irse a vivir juntos, por lo que Jane compró todo lo necesario para montar un estudio de grabación en su garaje para que el supuesto Bruno Mars y todos los miembros de la banda pudieran ensayar ahí.
El tiempo pasaba y la mujer en cuestión seguía enviándole dinero a su enamorado. El estafador pagaba algunas fianzas y le mandó fotografías editadas donde podía verse a Mars siendo arrestado. De hecho, llegó recibir visitas de gente a su domicilio para recoger dinero. Fue tanto lo que le dio al estafador que sumó la cantidad de 200 mil dólares.
Pero como dicen, las cosas caen por su propio peso y, finalmente, el tiempo se encargó de que Jane se diera cuenta de que estaba siendo víctima de una estafa, por lo que le dijo al supuesto Bruno Mars que ya no le enviaría más dinero hasta que le fuera pagada aunque fuera una mínima parte de todo lo que le prestó, pero el sujeto se alborotó y la amenazó diciéndole que la envenenaría si no hacía lo que él pedía.
Esto hizo que la mujer acudiera a poner una denuncia ante la policía, lo que llevó a un equipo de investigación a realizar lo pertinente. Rastrearon el lugar a donde había ido a parar todo aquel dinero y encontraron que la mente maestra detrás del perfil falso de Bruno Mars en realidad se trataba de dos hombres nigerianos que radicaban en Houston.
Azunowu fue arrestado y acusado de lavado de dinero y fraude, por lo que fue llevado a la corte del condado de Harris, pero fue liberado después de pagar una fianza de 30 mil dólares. Este sujeto inventó que fue víctima de una organización criminal para llevar a cabo la estafa y su abogado explicó que el dinero que poseía se lo había depositado un viejo amigo y que sería utilizado para comprar un auto y enviar dinero a su familia en Nigeria.
Además, hace un mes fue acusado ante la corte de lavado de dinero de tercer grado. Sin embargo, fue hasta esta semana que las autoridades lograron detenerlo.
Su compañero es Basil Chisiadi Amadi, de 28 años de edad, y también fue acusado de lavado de dinero y fraude. De hecho, a él se le adjudica la posesión de la cuenta bancaria en la que fue depositado todo el dinero que Jane envió.
Después de esta amarga experiencia, es más que obvio que Jane tiene y debe tener mucho más cuidado con lo que hace a través de las redes sociales. Además, se vio en la necesidad de reforzar por completo la seguridad de su casa por miedo a represalias.
Aun con todo lo sucedido, Jane sigue siendo una ferviente fanática de Bruno Mars, claro, del original, y dejó bien dicho que si el artista le llegar a pedir alguna clase de ayuda, ella le respondería sin dudarlo ni un segundo, ya que es su fan número uno.
Esperemos que esta noticia sirva como reflexión para todas aquellas personas que confían ciegamente en lo que sucede en las redes sociales. Aunque es fácil identificar cualquier situación falsa dentro de ellas, no estamos exentos de chismes, malos entendidos ni fraudes.