El iceberg más grande del mundo, conocido como A68, medía más o menos una cuarta parte de Gales, aproximadamente unas 2300 millas cuando se desprendió por primera vez de Larson C, una plataforma de hielo ubicada en el borde de la península Antártica.
Al inicio, este bloque de hielo permanecía estático, pero después de un año, las corrientes marítimas y fuertes vientos lo empujaron hacia el norte, llevándolo al Atlántico Sur, con rumbo al territorio británico de Ultramar de Georgia del Sur.
Debido al aire y agua cálidos del Atlántico, el iceberg se partió en pequeños fragmentos. Pero al contrario de otros bloques de hielo, que regularmente se quedan varados en los bajíos de la isla de la que se desprendieron, el A68 no lo hizo, por lo que encontró un lamentable destino.
Los fragmentos de lo que en algún momento fue un gran e imponente iceberg son tantos y tan pequeños que el Centro Nacional de Hielo de EE.UU, que se dedica a nombrar y rastrearlos, ha considerado que ya ni siquiera vale la pena rastrear ninguna de las facciones de A68.
El A68 dejó de figurar en la lista de preocupaciones de los especialistas y organizaciones después de que la última porción de este, conocida como A68a, no contaba con las medidas necesarias para calificar en la lista, pues para ello es necesario un eje de más de 18,5 km cuadrados o un área mínima de al menos 68,5 km cuadrados. Sin embargo, A68a solo contaba con 5.556 por 3.704 km cuadrados.
Era asombroso que se las arreglara para durar tanto como lo hizo después de separarse de la Antártida. Si piensas en la relación de grosor, es como cuatro hojas de papel A4 apiladas una encima de otra. Entonces, esta cosa es increíblemente flexible y frágil mientras se mueve alrededor del océano. Duró años así. Pero finalmente se rompió en cuatro o cinco pedazos y luego también esos se rompieron.
– Adrian Luckman, de la Universidad de Swansea
Regularmente, a los icebergs no se les dedica mucha atención individual, quizá solo han sido dos los que han causado furor en la gente, el que logró hundir al Titanic y el A68, el cual se convirtió en una clase de protagonista en las redes sociales porque los usuarios podían ver su progreso a través del océano.
La especialista en cartografía del British Antarctic Survey, Laura Gerrish, afirmó que este iceberg llamó la atención de diferentes grupos de personas. Además, se observó cada uno de los pequeños cambios que sufrió a través de fotografías satelitales diarias con un detalle que antes no era posible. Tal vez este bloque de hielo haya desaparecido para siempre, pero se mantendrá vivo como un recuerdo en las personas debido a todos los videos y estudios que pueden encontrarse en la red.