A todos nos cuesta mucho trabajo conseguir dinero, incluso a los grandes artistas de Hollywood, quienes reciben su paga directamente de las recaudaciones que generan las películas en las que participan. Por lo tanto, cualquier fallo en taquillas afecta directamente al salario de actores y de todos los involucrados en la creación de la película. Por esta razón, Scarlett Johansson decidió demandar a Disney, pues incumplieron el contrato de trabajo que estableció con ellos en su película Black Widow.
El gran problema de Johansson con la casa productora radica en que la película Black Widow se estrenó al mismo tiempo en cines y en la plataforma de Disney +, lo que rompe el acuerdo que estableció con Disney, en el que se aseguraba el lanzamiento de la cinta solamente en salas de cine para buscar una mayor cantidad de recaudaciones de donde se pagarían varios sueldos, incluido el de ella.
Disney indujo intencionalmente a Marvel a quebrantar el acuerdo, sin justificación.
El abogado que representa a la actriz también dijo que posiblemente se presenten más demandas contra Disney, pues este no es el primero ni el último caso en el que las celebridades se verán afectadas por parte de Disney. Además, asegura que la casa productora tiene la obligación de cumplir con sus contratos.
Johansson ya presentía que algo así podía pasar, por eso en 2019 habló con su representante legal para asegurar que la película fuese estrenada solo en cines. En aquel entonces, los abogados de la actriz y Marvel se reunieron para armar la estrategia de estreno y distribución. Además, acordaron que ante cualquier posible cambio habría un aviso, cosa que nunca ocurrió.
Disney cambió de estrategia ante la urgencia de los retrasos que había impuesto la pandemia por covid-19 debido a las pérdidas que las demoras significarían para las futuras películas del Universo Cinematográfico de Marvel (MCU por sus siglas en inglés). Todavía cuando se estrenó la película en Disney +, los abogados de Johansson intentaron renegociar el acuerdo, pero no obtuvieron respuesta alguna.
Obviamente, la película no ha recaudado grandes ganancias en taquilla y se estima que la actriz podría estar perdiendo hasta 50 millones de dólares debido a esta situación, razón suficiente para entrar en disputa con Disney. Ya veremos en qué acaba esta pelea legal. Sin duda, el documento que presentó el abogado de Johansson expone la avaricia de Disney al dirigir su película a su servicio de streaming, donde las ganancias podrían ser solo para los ejecutivos del sitio. Que este tipo de cosas se las hagan a otro, a cualquiera, pero no a nuestra amada e inalcanzable Scarlett Johansson.