Aman Tuleev, de 76 años de edad y uno de los funcionarios rusos más antiguos, admitió haber organizado avistamientos falsos del Yeti con el fin de fomentar el turismo en Shoria, una región que se encuentra al sur de Siberia.
En primera instancia se propuso un programa para celebrar un Día anual del Yeti, en el que se ofrecía un premio en efectivo a la persona que lograra probar la existencia de la criatura. Al parecer esto tuvo gran impacto, pues mucha gente parecía corroborar una serie de avistamientos.
Muchas personas afirmaron ver al Yeti rondando las inmediaciones de la zona, pero nadie lo ha encontrado en realidad. Sin embargo, esto no impidió que la región haya recibido mayor atención, aunque no pasó mucho tiempo para que el interés se desvaneciera poco a poco.
Para evitar esto, Tuleev cambió de estrategia y ordenó vestir a un hombre alto con un disfraz del peludo personaje, quien se dedicaría a ocultarse entre los arbustos para sorprender a los turistas que visitaran la zona con una sencilla rutina que consistía en aparecer brevemente corriendo y gritando para después escabullirse y esconderse entre la maleza del lugar. De alguna manera, sí funcionó.
El funcionario que se hacía pasar por un Yeti tenía que ser recompensado por mantener la mascarada y no dejarlo ir.
– Aman Tuleev
De esta forma, el interés en la criatura ha sido alimentado, lo que implica un gran orgullo para Tuleev, quien se ha tomado diversas fotografías con el Yeti falso. Además, los fanáticos más curiosos de todo el mundo comenzaron a acudir a Shoria. La afluencia fue tal que se celebró una conferencia internacional sobre el Yeti.
La atención del público se centró especialmente en la cueva de Azasskaya, la cual se cree que es uno de los lugares favoritos de la criatura, pues se dice que se ahí se encontraron rastros de él como huellas y pelo. Además, los agricultores locales informaron que esta bestia se robó el ganado.
Algunos cazadores que circundaban la zona dijeron que habían visto un gigante de dos metros totalmente cubierto de pelo. Por otro lado, Tuleev admitió que a pesar de que los científicos no han podido dar con el paradero de la mítica bestia, él no descarta por completo su existencia.
Muchos cazadores locales juran haber visto a un gigante de dos metros con sus propios ojos en lugares remotos, cubierto de pelo… Los científicos no han podido conocerlo, pero parecen haber encontrado rastros… Tengo que admitir, lo confieso, sí, fui yo quien despertó el interés en el Yeti.
– Aman Tuleev
Según algunos medios de información, en 2011, en las nieves de Siberia se encontraron algunas huellas de gran tamaño que muy difícilmente podrían coincidir con pies humanos. Luego expertos de diversos países como Rusia, China y Estados Unidos se dieron cita en esa región para ofrecer una conferencia sobre la existencia del Yeti.