Ve preparando tu guante blanco, tu espada o tu pistola y compra un boleto a Canadá, en donde a partir de ahora se legalizó retar a alguien a duelo, al estilo de antes.
Esta decisión fue tomada por el Ministerio de Justicia de Canadá y esta semana fue el ministro quien anunció esta legislación destinada a modernizar el sistema de justicia criminal:
“Esta legislación va a enmendar o revocar un gran número de apartados en el Código criminal, con la finalidad de asegurarse de que son cumplen con la Enmienda y para hacer que la ley sea más relevante en la sociedad moderna”.
De esta renovación, se despenalizaron algunas prohibiciones que, según el gobierno canadiense, ya no eran relevantes en la actualidad.
Entre ellas, retar a alguien a un duelo, una práctica que fue penalizada en la primera constitución de Canadá, sin embargo, la última persona en morir en uno de estos duelos fue en 1838, en lo que ahora se conoce como Quebec. Entre los años de 1600 y 1948 se han reportado tan solo 300 duelos en dicho país.
Siendo honestos y conociendo un poquito de Canadá, que es conocida popularmente como “el país más amable del mundo”, no creo que exista alguien que quiera retar a otra persona a batirse a duelo, en el lugar donde las personas se disculpan por disculparse muy a menudo.
A menos que, se trate de un partido de Hockey sobre hielo…
Otras de las cosas que dejarán de formar parte del código penal son:
Publicitar una recompensa por el regreso de una propiedad robada “sin preguntar”; poseer, imprimir y distribuir cómics criminales; publicar letreros blasfemos; emisión de sellos comerciales; pretender que practicas brujería (o sea, ya puedes mandar allá a tu suegra).
Bueno, ya sabes, si tienes muchísimas ganas de una satisfacción, sácale brillo a tu guante blanco y empieza a abofetear personas en la cara… solo recuerda que, los canadienses son como los koalas de la raza humana.
Así es Canadá: no podrás hacer una fogata para asar carne sin un permiso, pero sí retar a alguien a un duelo a muerte. Simplemente, tienes que amarlos.