Los repartidores de comida siempre circulan a las horas más muertas de la ciudad y en las colonias más peligrosas, por lo que seguramente les toca ver un sinfín de crímenes y ser víctimas de otros. A veces cumplen con más funciones que entregar solo la comida, como cuando se convierten en héroes involuntarios. Si no nos creen, basta con que busquen cualquier página de noticias y vean la cantidad de notas en las que los repartidores salvan el día.
Así como este joven repartidor de Rappi, quien al percatarse de que una jovencita era seguida y luego amordazada por dos sujetos, se detuvo para plantarles cara y preguntarles enérgicamente: “¡¿A dónde van?!”. El suceso fue documentado por Astrid Vázquez en su cuenta de TikTok @4astridd y el video rápidamente se volvió viral.
En la grabación puede observarse cómo la joven camina por una calle amplia y desolada mientras un hombre recargado recibe el aviso de que ella es a quien deben privar de su libertad. Enseguida, un carro rojo la alcanza más adelante, un tipo se baja del auto, la duerme con cloroformo y entre los dos sujetos intentan subirla al carro.
Entonces el repartidor de Rappi no puede pasar de largo ante lo que ve y llega con su moto a preguntar qué está pasando, pero para su sorpresa, todo se trataba de una simulación. La joven y los chicos aparentemente grababan un video como tarea escolar y cuando el conductor llega, los tres comienzan a reír diciéndole que se trata de un video y nada más.
Astrid, quien se supone que es la secuestrada, le dice al joven de Rappi que no se preocupe y se conmueve al decirle que muchas gracias por preocuparse por ella. La verdad es que la producción del video es buena y la situación parece real, por lo que el repartidor se llevó un gran susto.
El video ha alcanzado los cuatro millones de reproducciones con toda razón y los jóvenes responsables de la actuación, al igual que muchos internautas, se han visto conmovidos por la reacción solidaria del repartidor. Es bueno saber que hay personas que, sin importar nada, intentan ayudar a sus semejantes en situaciones de peligro. Deseamos de todo corazón que a este joven en motocicleta la suerte le sonría toda su vida.