Estamos acostumbrados a nombres como cirros, cirrocúmulos, cirroestratos, altocúmulos, altoestratos, nimboestratos, estratocúmulos, estratos, cúmulos y cumulonimbos, cuando se habla de nubes. Pero la Organización Meteorológica Mundial (OMM) ha decidido incluir nuevos tipos en el Atlas Internacional de Nubes, que es la referencia mundial para este tema.
Petteri Taalas, secretario general de la OMM, indicó:
“A lo largo de los siglos, pocos fenómenos naturales han inspirado tanto el pensamiento científico y la reflexión artística como las nubes. Hace más de dos milenios, Aristóteles estudió las nubes y escribió un tratado sobre su papel en el ciclo hidrológico. Y hoy, los científicos entienden que las nubes desempeñan un papel vital en el equilibrio energético de la Tierra, el clima y el tiempo.”
Así que la inclusión de nuevas nubes no es un hecho irrelevante.
Existen diez “géneros” básicos de nubes, que se definen según su formación y aspecto. El nuevo Atlas Internacional de Nubes no ha hecho adiciones a estos diez géneros.
Los géneros se subdividen en “especies”, que describen la forma y estructura interna, y “variedades”, que describen la transparencia y la disposición de las nubes. En total hay alrededor de cien combinaciones posibles.
El nuevo Atlas añadió una nueva especie: volutus o roll cloud (del latín volutus, que significa “laminado”), y se encuentra dentro de los géneros altocumulus y stratocumulus.
Además se han incluido cinco nuevos rasgos complementarios: asperitas, cavum, cauda (nube de cola), fluctus (“onda Kelvin-Helmholz”) y murus (nube de pared).
De entre estas, destacan las asperitas ondulantes. Este nombre viene, como el de todas las nubes, del latín, y en este caso significa “aspereza”, por su aspecto, y ondulantes precisamente por el extraño movimiento que realizan, el cual resulta amenazador…
¡Impresionante! Parece como una imagen ondulante del fin del mundo, como si cobijados por las nubes cabalgaran los jinetes del apocalipsis…
Y si traen realmente algún peligro, pues por lo regular forman parte de tormentas intensas, así que si las ves, protégete, pues lo que vendrá será mucha electricidad y lluvia.
Para esta edición del Atlas no quedarán fuera algunas “nubes especiales”, así que se reconocen: cataractagenitus (generadas por las cataratas); flammagenitus (surgen por fuentes de calor intenso, como incendios forestales); homogenitus (es lo que dejan los aviones a su paso); silvagenitus (típicas de bosques húmedos) y homomutatus (nubes que se modifican con el paso de aviones).