La aclamada serie Breaking Bad, que es considerada como una de las mejores series televisivas de todos los tiempos, nos presentó una grandiosa trama, llena de muy buenas actuaciones, drama y demás elementos que la convierten en una obra bastante completa.
La serie cuenta con personajes muy bien desarrollados, pero esta vez hablaremos de uno muy particular: Aaron Paul, quien interpreta a Jesse Pinkman, un junkie de lo más inseguro que se hace codependiente de Walter White cuando ya es todo un capo de la metanfetamina.
A pesar de todo, este personaje es capaz de encontrar su propia senda, como lo podemos ver en la película El Camino, que narra la redención total de Jesse, demostrando que es una persona bastante noble.
Un síndrome es un conjunto de síntomas que pueden derivar en alguna enfermedad y que por sus propias características posee cierta identidad. Es por esto que en internet se ha asociado el nombre de Jesse Pinkman con una conducta bastante recurrente en las redes sociales y que algunas personas ya comienzan a denominar como síndrome, y aquí te traemos los pormenores.
Antes de hablar de este síndrome, es necesario recordar que durante el segundo capítulo de la primera temporada llamado “Cat’s in the Bag”, Jesse y Walter se enfrentan con la situación de deshacerse de un cadáver de uno de sus enemigos, al que asesinan para resguardar su seguridad.
Para esto, Walter, al ser un experto en química, le ordena a Jesse que ponga el cuerpo en un contenedor plástico lleno de ácido y cuando este va a comprar el recipiente decide no hacerlo, pues él se imaginaba que el cadáver era muy grande y que no cabría en el que comprara, por lo que optó por llenar una tina de porcelana con el ácido y sumergir ahí el cuerpo.
Así es, Jesse ignora por completo las indicaciones de un especialista, dando como resultado la corrosión del material de la tina, atravesando hasta el segundo piso, dejando un gran boquete y caos en toda la casa.
Esto no hubiera pasado con el contenedor plástico, ya que el polímero tiene ciertas características que impiden que los ácidos reaccionen de esa manera, muy diferente a los componentes químicos de una bañera de uso común.
¿Pero en qué consiste el síndrome?
Precisamente tiene que ver con desestimar o ignorar por completo la opinión de las personas que nos rodean y que son estudiados en ciertos temas o expertos en ciertas áreas, como cuando nos recalcan que debemos usar cubrebocas y pensamos que un simple pedazo de tela no nos puede salvar de una infección y que todo se trata de una conspiración de la élite mundial.
Este se ha vuelto más visible durante la pandemia por coronavirus, alimentándose de decisiones que tomamos, ignorando por completo la ciencia, las investigaciones y basándonos por completo en el sentido común, que es muy probable que pueda equivocarse en repetidas ocasiones.
Este síndrome no es producto de ningún experimento social, sino que es idea de una usuaria de Twitter que se tilda de ser una gran filósofa millenial. Sí, de esas personas que se toman todo su tiempo para divulgar teorías que dan en el clavo y que nos hacen replantearnos algunos modelos de conducta que ya conocíamos. Además, revelan la importancia de las series de televisión como grandes referentes modernos en algunos ámbitos del conocimiento.
Si tú eres del tipo de personas que opinan sobre cualquier tema solo porque creen saberlo absolutamente todo y asumes una postura algo presuntuosa cuestionando las cosas que incluso si son producto de investigaciones serias, sin duda alguna estás padeciendo el síndrome de Jesse Pinkman. A continuación te mencionamos ocho conductas para que puedas identificarlo de una mejor manera.
- Crees que absolutamente todo lo que te pasa a ti y al mundo se trata de una conspiración.
- Nunca tomas en cuenta las instrucciones de los productos de uso común y mucho menos lees.
- Cuando vas a consulta médica le restas importancia a las indicaciones del médico y los medicamentos los ingieres según te da la gana.
- Tu principal fuente de información son los rumores y noticias que ni siquiera lees, dándolas por hecho sin cuestionarlas en lo absoluto.
- Tus redes sociales están plagadas de fake news que das por hecho.
- Eres amante de los atajos, aunque sabes a la perfección que a veces pueden funcionar, a veces, no y que el resultado que buscas puede verse totalmente alterado.
- No te gusta en lo absoluto seguir órdenes de nadie.
- Crees que lo sabes todo y no reconoces a nadie como autoridad.
No sabemos si en realidad se trate de un síndrome, para eso algunos especialistas deberían quizá desmentirlo. Lo que sí sabemos es que nuestro comportamiento se ve altamente influenciado por muchos factores que en ocasiones ni siquiera nos damos cuenta de que están ahí. Mientras tanto, te dejamos esta nota, esperando que alguien pueda respondernos si en realidad es un síndrome o no.