De entrada, el estar en una mesa, cerca de Vladimir Putin debe ser algo atemorizante… Ahora imagina hablar sobre las exportaciones de tu país, ya que eres el ministro de Agricultura…
¿Ya? Siguiente paso: cometes un error garrafal, y el hombre más temido del mundo te corrige y se burla de ti…
Muy seguro de sí, Aleksandr Tkacev, ministro ruso de Agricultura informaba que ha aumentado la exportación de carne de cerdo a varios países, hasta llegar a 5.5 millones de toneladas de este producto, por lo que, dijo, Rusia no debe detener la producción de esta carne.
Hasta ahí todo estaba bien… El problema fue cuando hizo la lista de los países a los que pudieran exportar los cerdos criados en Rusia: China, Japón, Corea, Indonesia… ¡Momento!
Y Putin tiene razón, ya que aunque no sea un estado islámico, en Indonesia hay cerca de 220 millones de musulmanes, lo que equivale al 80 por ciento de la población total de ese país, y para quienes siguen esa religión está prohibido comer carne de cerdo, así que no es una buena opción de mercado…
No quisiéramos estar en los zapatos del ministro, aunque parece que salió bien librado y todo terminó en la risa del presidente…