En la vida hay ocasiones que se prestan para entablar una charla con algún desconocido: el peluquero o simplemente con la empleada de mostrador; son esas pequeñas e intrascendentes pláticas ocasionales para hacer más ameno el rato o simplemente por el gusto de hacer amistades.
En una ocasión intenté una pequeña charla con el chico que trabaja en el mostrador de Delicatessen, en mi tienda de comestibles del vecindario. Le pregunté algo que me hizo sentir como un total tonto. Así que me sentí inspirado para precisar las 5 preguntas que es mejor evitar por completo, ya que tienen una amplia posibilidad de conducirnos a la torpeza y la metida de pata. Aquí te las presentamos :
1. “¿Sabías que allá van solo por diversión?”
Esta fue la pregunta que hice al tipo mostrador de delicatessen. Él me había dicho que se había ido la semana pasada de viaje a Minnesota. A lo que respondí: “Ah genial. ¿Sabías que allá van solo por diversión?”. Su respuesta: “En realidad fui al entierro de mi abuelo. Yo: “Oh. Lo siento”. Y miré fijamente a los pies.
Una variación de esto es cuando alguien dice que hicimos un viaje a tal y cual lugar, y tu dices: “¡Oh, eso debió ser impresionante! ¡Me encanta allí!”, A lo que ellos responden:”Bueno, me fui con mi esposa para obtener una segunda opinión sobre su cáncer”. Una mejor pregunta podría ser: “¿Qué te llevó a allá?” O “¿Cuál fue el motivo de tu viaje?”.
2. “¿Cuando van a tener hijos?”
Esto parece una pregunta común, bastante inocua, excepto cuando la pareja a quien se le pregunta ha estado tratando de tener hijos sin éxito. Entonces, tu pregunta amistosa se convierte en otra sacudida de sal en la herida. Y no hay buena respuesta de la pareja para esta situación, ya que probablemente no quieren compartir detalles de sus problemas de fertilidad contigo. O tal vez no han decidido si quieren tener hijos, en estos casos solo hace más tensa la conversación.
Una pregunta mejor: Ninguno: no preguntes. Si quieren que le diga acerca de su plan para producir descendencia, lo harán.
3. “¿Es tu madre/ hermana/ hija?”
Tú puedes estar muy seguro cómo es la relación entre dos personas, pero podrías estar equivocado. En ocasiones preguntas si tal persona es la hija de un tío, pero y él responde: “Ella es mi novia, en realidad”. O bien, pregunta a una señora si la mujer de pie junto a ella es su hija, y ¡doh! resulta ser su hermana.
Una mejor pregunta sería: “¿Y quién es esta señora encantadora que tengo el placer de conocer?”
4. “¿Cuánto tiempo han estado saliendo?”
Esta puede ser una pregunta que automáticamente puede salir de tu boca cuando un amigo trae a una dama a un evento, o viceversa con un amigo. Pero vaya, nunca han hablado si están saliendo juntos o no oficialmente. Después de esto solo se miran el uno al otro y luego cambian la mirada al suelo, para solo dar respuestas vagas y con torpeza.
Una pregunta más inteligente sería: “¿Cómo se conocieron?” O “¿Hace cuánto tiempo se conocen?”
5. “¿Estás embarazada?”
Por último, la clásica pregunta que no se debe tocar. El potencial de incomodidad está por las nubes cuando te aventuras con esta consulta. Mantente alejado.
Una mejor pregunta: No hay una sola. Yo no pregunto ni aunque su vientre tan grande podría derribar a un hombre a más en 20 metros. Deja que voluntariamente informe, al ser obligada a entrar a la conversación.
Como se puede ver, el principio fundamental en la pequeñas preguntas durante pláticas corteses es no hacer preguntas capciosas, ni suponerlas. Todos sabemos lo que sucede cuando hacemos suposiciones.