Vladimir Putin hace su entrada en el salón de San Jorge del Kremlin, dos guardias de honor abren dos enormes puertas doradas y él aparece sobre la alfombra roja. El jefe del Kremlin siempre camina moviendo enérgicamente el brazo izquierdo pero casi no mueve el derecho.
Ese bracear extraño de Putin es una de sus marcas personales más desconcertantes que ha intrigado durante años no sólo a periodistas y a médicos, sino a muchas personas.
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Es por eso que un equipo de neurólogos europeos –un holandés, un italiano y dos portugueses- especialmente interesados en desórdenes del movimiento, se propusieron estudiar el caso, ya que ese brazo derecho que no se balancea al caminar está observado clínicamente como un estadio preliminar de la enfermedad de Parkinson.
Los rumores sobre la salud de Putin han sido frecuentes en los últimos años, pero sus imágenes haciendo deporte (judo, natación) o montando a caballo desmentían algo así, al igual que verlo firmar ágilmente con la mano derecha.
“En lo primero que pensamos fue en la enfermedad de Parkinson, ya que la oscilación asimétrica de los brazos es uno de los primeros síntomas”.
Sin embargo, esa hipótesis fue rápidamente descartada debido a la ausencia de otros signos, como el temblor de las manos o una escasa coordinación de los miembros. Al contrario, basándose en las imágenes, los médicos destacan la destreza de Putin, cinturón negro de judo.
Entonces… ¿Putin tiene Parkison? No. Según el estudio, la forma de caminar de Vladimir Putin responde a su pasado en las filas de la KGB o a un entrenamiento militar intensivo. Es nada más y nada menos que una secuela de su entrenamiento de espía.
Se trata del “paso del pistolero”, dice el equipo de neurólogos especializados en las perturbaciones del movimiento que estudió los casos de Putin, del primer ministro Dimitri Medvedev y otros tres jerarcas rusos, que caminan todos de forma similar.
Los médicos incluso mencionan un “manual de entrenamiento de la KGB”, en el que se instruye que los espías deben caminar con la mano derecha pegada al pecho para poder desenfundar el arma en una fracción de segundo.
“Encontramos otros ejemplos de una oscilación mínima de un brazo vinculada al manejo de las armas: en los vaqueros de las películas del oeste”.
Hipótesis anteriores daban cuenta de un sufrimiento fetal, de un ataque cerebral, de una parálisis causada por un parto con fórceps o de secuelas de una poliomielitis.
Pero esas hipótesis fueron descartadas debido a que Putin tiene una gran fortaleza física y una gran movilidad del hombro y el brazo derecho. Tampoco hay signos de una enfermedad degenerativa como el Parkinson, sostuvo Bloem.