Un par de policías en Australia encontraron a un hombre lo bastante ebrio como para no poder ni siquiera regresar a casa; pero en lugar de llevarlo preso, golpearlo o incluso robarle, lo acompañaron hasta su casa, y se aseguraron de que quedara cómodamente instalado en su cama.
Pero no te confíes, el ponerse tan ebrio y andar por la calle es un delito, y tal vez no tengas tanta suerte de encontrarte unos policías tan buena onda como ellos, así que ten cuidado la próxima vez. En este caso todo terminó como un encuentro de amigos, con selfie incluida.
Específicamente en Tasmania, los policías, si te encuentran borracho, te llevan a tu casa, te acuestan en tu cama y usan tu teléfono para tomar una fotografía, y así sepas cómo es que llegaste a tu casa luego de una noche de juerga.
¡Esto sí es cuidar y proteger al ciudadano!
Reece, un tipo que vive en ese lugar, andaba de fiesta, y luego de varias cervezas y tragos encima fue encontrado por la policía, así que hizo lo propio… no, no lo llevó a una celda, es más, ni siquiera recibió una multa… lo llevaron a dormir a su cama.
No sabemos si fue porque querían que Reece supiera cómo terminó en su cama, o bien, porque los policías se divirtieron tanto con este borracho, que al final decidieron tomar una selfie, misma que el tipo compartió.
A la mañana siguiente, mientras Reece revisaba su teléfono se encontró con esta fotografía con los policías y él, borracho, haciendo señas en el fondo.
Por supuesto que los usuarios de Reddit empezaron a comentar esta extraña aventura, y sobre todo destacó una opinión:
“Déjame entenderlo. ¿Te emborrachas, los policías te encuentran y te despiertas en tu propia cama y no en una celda de la cárcel o en un tanque, borracho? ¿En qué tierra de cuento de hadas vives?”
Otro más, recordó una historia similar:
“¡Bien por ellos! Hace unos años, cuando vivía en una casa compartida aquí en Brissy, dos policías llamaron a la puerta a las 4 de la madrugada, mientras sostenían a mi compañero de casa; él tenía una sonrisa de borracho y el policía dijo: ‘Perdió su teléfono y cartera; lo encontramos fuera de Gabba y dijo que vivía aquí.
“Mi viejo compañero tuvo un gran día en el cricket, bebiendo bajo el sol, y remató en el club alemán. Los policías se rieron un poco, le dijo que bebiera un poco de agua y lo dejó en el sofá.”
Es verdad, ¡los mundos de hadas sí existen!