A lo largo de 55 años, James Bond ha sido interpretado por ocho actores, pero sin duda, el mejor de todos fue, es y será Pierce Brosnan. Para muchos de nosotros, fue el primer Bond, lo vimos matar a los malos en las películas y lo controlamos en los videojuegos. Quién no recuerda Goldeneye, de Nintendo 64, las míticas escenas, las míticas peleas, TODO.
Pierce Brosnan interpretó cuatro veces al agente con licencia para matar, fueron siete años de perseguir a los malos, pronunciar diálogos astutos, conducir los mejores carros y claro, quedarse con las chicas más guapas.
A pesar de esto, a Brosnan nunca le convenció su actuación del agente 007, o al menos esto fue lo que dijo a The Telegraph, en el 2014:
“Sentía como si estuviera atrapado en un túnel del tiempo entre Roger Moore y Sean Connery. Para mí fue muy difícil entender todo el significado. La violencia nunca era real, la fuerza bruta del hombre nunca era palpable. Era bastante relajado y la caracterización no tenía un flujo de realidad. No tengo ninguna intención de verme como James Bond. Porque nunca fui lo suficientemente bueno. Es un sentimiento muy horrible”.
Ahora Brosnan ha alcanzado los 64 años y no sabemos si está siendo muy duro con su versión de Bond o si no está hablando en serio al decir que su actuación no fue de las más emblemáticas de la saga.
El agente 007 desde Goldeneye hasta Die another day lo tenía todo: la actitud y la elegancia, las mejores frases, las chicas y la lista más larga de asesinatos de toda la serie.
Éste último punto es un hecho, ningún Bond ha matado más que Brosnan, en tan sólo cuatro películas puso fin a un total de 135 enemigos. El segundo lugar lo ocupa Roger Moore con 90, pero dividido en siete películas.
Entre las muertes más espectaculares están las de Alec Trevelyan, Gustav Graves, Elliot Carver y Electra King.
El Bond de los noventa y principios del 2000 era una verdadera arma para matar, hacía justicia con todo lo que tenía en sus manos, pistolas, metralletas, granadas, cuchillos, cuerdas; absolutamente TODO era letal para el enemigo.
Por otro lado, tenemos la actitud Bond, impecablemente interpretada por Brosnan. Cómo olvidar el traje, el Martini, el cigarro y esas frases que todos repetimos.
La primera vez que dijo algo en las películas fue una completa genialidad
“Me disculpo, olvidé tocar la puerta”.
Y se pone mejor, en The word is not enough, cuando explica la muerte de Davidov, simplemente dijo:
“Alcanzó una bala, pero no el avión”.
O que tal aquella que emite cuando está a solas con la Dr. Christmas Jones:
Pensé que la Navidad (Christmas) sólo venía una vez al año.
Brosnan siempre sabía qué decirle a las mujeres, no es de esperar que ninguna se resistiera a sus encantos, desde Natalya Simonova, en Goldeneye, hasta Miranda Frost en Die Another Day, pasando por la malvada y sensual Elektra King, la doctora Christmas Jones, y claro, Jinks, de Halle Berry.
Bond era un experto en la seducción, una de sus mejores armas, con la que nunca nos decepcionó, era tan letal como un misil.
Pero sin duda, lo mejor de Brosnan como James Bond, es que podíamos jugar a ser él en los videojuegos, porque el actor fue el modelo para el avatar animado.
Quien me diga que nunca jugó Goldeneye cuando niño, es que nunca tuvo infancia.
Era legendaria la entrada al menú de inicio, que emula el principio de la película: James Bond entra por la derecha, apunta a la cámara, dispara y todo se pone rojo.
Goldeneye salió primero para Nintendo 64 y Gameboy, después lo pudimos jugar en Xbox y Playstation 3.
También Tomorrow never dies y The world is not enough fueron adaptados a videojuegos, junto con títulos originales como Nighfire o Everything or nothing, que también se basaron en el Bond de Brosnan.
No cabe duda, Brosnan es nuestro Bond favorito, fue gracias a él que muchos conocimos al superespía y soñábamos ser como el agente 007: elegantes, seductores y letales, muy letales.
Gracias por todo Bond. James Bond.