Desde que la humanidad puso un pie en la luna, ha soñado con vivir en Marte. Aunque muchos lo consideran como una realidad lejana o algo imposible, hace unos días ocurrió un suceso histórico que podría dar inicio a la colonización humana en este planeta, pues la NASA logró convertir dióxido de carbono de la superficie marciana en oxígeno, lo que muy probablemente marque una verdadera brecha para una futura exploración del Planeta Rojo.
Esto fue posible debido al dispositivo MOXIE del Perseverance, que tiene el tamaño de una tostadora, pero no hay que dejarse engañar por sus dimensiones, ya que es el responsable de haber extraído de la atmósfera marciana nada más y nada menos que cinco gramos de oxígeno el pasado 20 de abril de 2020.
Lo más sorprendente es que no hubo necesidad de transportar oxígeno desde la Tierra. Podía parecer que estos cinco gramos no sirven de nada, pero en realidad es todo lo contrario, ya que son suficientes para mantener con vida a un astronauta durante 10 minutos.
Si este experimento se desarrolla lo suficiente, podría contemplarse la posibilidad de iniciar una exploración humana en Marte, ya que la atmósfera de ese planeta está compuesta en un 96 por ciento de dióxido de carbono, y este elemento no puede ser respirado por el ser humano.
MOXIE logró esta gran hazaña al dividir las moléculas de dióxido de carbono, las cuales incluyen un átomo de carbono y dos de oxígeno, luego separó las moléculas de oxígeno y emitió monóxido de carbono como producto de desecho.
Los materiales con los que el MOXIE está fabricado son altamente tolerantes al calor, tales como una capa de oro y aerogel, ya que el proceso de coinversión requiere de temperaturas, hasta de 80o °C. Además, estos materiales evitan que el calor se irradie y dañe al Rover.
De hecho, está diseñado para generar hasta 10 gramos de oxígeno por hora, y esta primera prueba fue para garantizar que el instrumento llegaría íntegramente al suelo marciano. Se estima que MOXIE extraiga oxígeno por lo menos nueve veces más en el transcurso de un año marciano, más o menos dos años terrestres.
Estos periodos de producción estarán repartidos en tres fases. En la primera se comprobará y caracterizará la función del instrumento, en la segunda se dará la ejecución de las funciones del instrumento en distintas condiciones atmosféricas, tales como diferentes horas y estaciones del año. Mientras tanto, en la tercera y última fase se probarán nuevos modos de operación o introducción de nuevos retos.
Esta hazaña ha marcado un hito en la historia de la humanidad, ya que demuestra que los astronautas pueden producir su propio combustible para emprender un viaje de regreso al planeta Tierra.
Para consumir combustible, un cohete debe contener más oxígeno en peso y para sacar a cuatro astronautas de la superficie del Planeta Rojo en lo que sería una misión futura, serían necesarias siete toneladas de combustible para cohetes y 25 toneladas de oxígeno. Paradójicamente, los astronautas que vivan en Marte necesitarían mucho menos oxígeno para mantenerse con vida.
Sin duda, una impactante e importante noticia que es posible debido a los avances tecnológicos y científicos. Verdaderamente nos acerca cada vez más a todas aquellas imágenes extraídas de los más oníricos escenarios de la ciencia ficción.