Aunque algunos afirman que desde hace 15 mil años los asiáticos cruzaron por el Atlántico para llegar a América, la teoría más aceptada es que hace aproximadamente 11 mil años se dio una migración desde Asia que cruzó por el Estrecho de Bering y llegó a Norteamérica.
Sin embargo, ahora se ha descubierto que no venían solos, sino que los acompañaban algunas razas de perros, lo que confirmaría que “el perro es el mejor amigo del hombre”, y también el más antiguo.
Este estrecho se encuentra en la parte Norte del Océano Pacífico, y es un brazo de mar que conecta Asia con América del Norte, con una extensión de 82.7 kilómetros y una profundidad de entre 30 y 50 metros.
La parte más estrecha se encuentra entre cabo Dezhnev, en Rusia, y el cabo Príncipe de Gales, en Alaska. Se cree que grupos de cazadores y recolectores de origen siberiano aprovecharon la formación del puente de Beringia, como parte de la última glaciación, ya que el nivel del océano había bajado. También se ha investigado, y varias especies de animales cruzaron hacia ambos lados por este mismo puente congelado.
Los Institutos Nacionales de la Salud de Estados Unidos han publicado una investigación, donde utilizaron secuencias de genes de 161 razas modernas de perros, con la finalidad de tener un árbol evolutivo y conocer también detalles de su posible migración.
Los resultados arrojaron que estos animales cruzaron junto con el hombre, ya que seguramente se usaban como perros de caza o de pastoreo desde esos remotos tiempos de la migración hacia América.
El xoloitzcuintle es un perro que proviene de esas subespecies que migraron por el Estrecho de Bering, así como el perro peruano sin pelo.
Heidi Parker, genetista y coautora de esta investigación destacó:
“Primero hubo selección en la tipología (de perro), como perros pastores o de caza, y luego hubo una mezcla para obtener ciertos rasgos físicos.”
Las razas orientales como el Akita y el Chow Chow se fueron creando desde hace mucho tiempo, ya que las razas de perros cazadores europeos, como el Golden Retriever o el Setter Irlandés, datan del siglo XVIII, aunque destaca el estudio, los perros de caza no solo provenían de Reino Unido, sino de varios lugares de Europa.
Elaine Ostrander, también autora de la investigación señaló:
“Los perros de caza fueron desarrollados a partir de más de un fundador, en varios lugares y probablemente en épocas diferentes.”
Pero esto no es solo un hecho histórico ni emotivo, que haga más grande la relación de hombres y perros en el aspecto sentimental, sino de la salud.
Ostrander explicó que gracias a este tipo de estudios se puede seguir también la migración de las variantes genéticas de ciertas enfermedades, para saber dónde podrían aparecer, y entre las patologías que se pueden estudiar a partir de esta investigación, dijo, está la diabetes, la epilepsia, enfermedades renales y cáncer.