¿A cuántos de nosotros nos pasó perder una pieza o al juguete completo? No es nada bonito, mucho menos si tienes dos años y lo que se te pierde es un Buzz Lightyear que habla, tiene su acción de karate y su casco hace esa “¡fsht!” cosa.
Lo que le sucedió a este niño de dos años es de lo más enternecedor. Puede que él y su amigo fiel se hayan separado, pero no transcurrió mucho tiempo para que su Buzz regresara para vivir nuevas aventuras. A continuación te contamos la travesía que este muñeco tuvo con el fin de volver con su dueño.
Hagen tiene dos años y hace un año viajó con su familia a un funeral en Dallas, Texas, pero también iba acompañado de un genial Buzz Lightyear. No es de sorprender que los viajes siempre son algo agitados y entre prisas y estrés, lamentablemente, el juguete se quedó olvidado en algún lugar del aeropuerto.
Cuando la familia llegó a su destino, recogió todas sus pertenencias para posteriormente dirigirse a rentar un auto, pero al llegar al establecimiento, el pequeño Hagen comenzó a preguntar muy preocupado por su Buzz, lo que hizo caer en cuenta a la familia que había sido olvidado en el avión, pero ya era muy tarde para volver. Además, la aeronave ya había despegado con destino a Little Rock, Arkansas.
Sin embargo, el agente Jason encontró al Guardián Espacial solo en un asiento del avión e inmediatamente pensó que se encontraba en ese lugar cumpliendo con una misión.
Él y su colega Beth descubrieron que en la planta de uno de los pies del juguete tenía el nombre de alguien. Las aerolíneas tienen registro de las personas que abordan los aviones, por lo que no fue muy complicado dar con su dueño y decidieron asignarle a Buzz una nueva misión.
Ya que solo una persona de nombre Hagen había abordado el avión, fue posible establecer contacto vía correo electrónico con la madre del chico. Además, se tomaron cartas en el asunto y se pusieron de acuerdo para enviar a Buzz a su domicilio, claro, después de haber concluido la misión.
Luego de algunos días, lágrimas y una gran tristeza, Hagen recibió un paquete, pero este no era un paquete cualquiera, ya que además de contener su Buzz, venían algunas fotos de sus aventuras y una bitácora de viaje en la que explicaba su misión.
El pequeño no se esperaba que la caja estuviera decorada con lemas y dibujos del personaje o que traería una carta escrita por el mismo Buzz.
Para el comandante Hagen:
Estoy muy emocionado de volver tras completar mi misión. Pude explorar el aeropuerto y puerto espacial de Little Rock, Arkansas mientras estuve fuera. He incluido fotos de mi aventura. Mi viaje me ha enseñado mucho, pero estoy muy agradecido de volver con mi amigo.
¡Al infinito y más allá!
Tu amigo, Buzz Lightyear, Comando Estelar
Los héroes Jason y Beth se encargaron de devolver al juguete, asegurándose de que tuviera toda una aventura y no irse “al infinito y más allá”, cumpliendo el sueño de Hagen de reencontrarse con su compañero de miles de aventuras.
Es una sorprendente historia. Regularmente, los juguetes que se pierden en los aeropuertos terminan en el área de objetos perdidos, pero esto fue mucho más allá, por lo que hace sentir bien a cualquiera, recordándonos que la bondad humana aún existe.
Obviamente, la más beneficiada es la aerolínea Southwest Airlines y más que nada los empleados. Esta familia estará eternamente agradecida con ellos por devolver la sonrisa al rostro del pequeño Hagen después de traer de vuelta a su mejor amigo.