Arthur Ferreira dos Santos perdió su teléfono celular en el mar, por lo que tuvo que idear una manera de conseguir dinero para comprarse uno nuevo. El pequeño de siete años, originario de San Pablo, Brasil, decidió vender aviones de papel para lograr su cometido.
De acuerdo al relato de su madre, él no le dijo nada acerca de su plan, por lo que al notar que no estaba en casa, salió a buscarlo muy preocupada, encontrándose con esta tierna escena.
A través de Facebook, Marcella Ferreira da Silva, la madre del menor, compartió una fotografía de este junto a sus avioncitos de papel. La historia conmovió a muchos usuarios, en especial a su mamá, quien no dudó y le compró todas sus creaciones.
A él se le ocurrió hacer los aviones, pero yo no sabía para qué los estaba haciendo, no lo entendía. Se pasó todo el día diciendo que iba a hacer sus aviones de papel.
– Marcella Ferreira da Silva
Marcella relata que no encontraba a Arthur en la casa, por lo que pensó que estaba afuera jugando en la plaza más cercana a su domicilio. Cuando llegó ahí, lo vio sentado en una banca con todos sus aviones de papel. Aunque el pequeño estaba triste, no dejaba de repetir los precios de sus productos; el más pequeño valía 10 centavos, el mediano, 25 y el más grande costaba un real (.18 centavos de dólar).
Luego ella le preguntó por qué estaba vendiendo los avioncitos, a lo que el chico le respondió que era para comprarse un celular nuevo y que estaba muy triste porque otros niños se habían burlado de su idea y hasta lo llamaron loco, ya que creían que nadie iba a gastar su dinero en algo así. Sin embargo, su madre llegó al rescate y le compró todos los avioncitos.
Estaba triste y le dije que le compraría todo por 3 reales (.55 centavos de dólar) y que iríamos a casa. Pero el dijo que eso no podía ser, pues ese dinero no era suficiente para comprar un celular nuevo.
– Marcella
La mujer dice que su hijo planeó emprender este pequeño negocio a escondidas de ella, pues pensó que si le avisaba, su madre no le hubiera dejado salir a vender, ya que no le permite salir solo a la calle.
Debido a que la historia se viralizó, muchos usuarios se conmovieron y buscaron a Marcella para ayudar al pequeño Arthur, quien ahora recibe donaciones para ayudarlo a comprar su teléfono. Vaya que sus aviones volaron lejos, muy lejos.
Sin embargo, siempre habrá quien no esté de acuerdo con este tipo de casos, pues mientras unos admiran la determinación del niño y lo apoyan, muchos otros emiten críticas por el hecho de que Arthur haya salido solo a las calles a vender sin el conocimiento ni supervisión de su madre, pero sinceramente eso carece de importancia al ver la solidaridad de la gente.