La decisión de hacerse un tatuaje no debe tomarse a la ligera, al contrario, se deben considerar varios aspectos como quién lo hará, el diseño, los colores y dónde estará.
El día de hoy les presentamos la historia de Teresita de Jesús, una mujer originaria de Chihuahua, México, que denunció los pésimos servicios estéticos brindados a su madre por parte de un par de sujetos que presumían ser profesionales en las artes del tatuaje.
Los dos individuos fueron identificados como Bianca Soto y Fernando Espinoza, quienes fueron contratados para diseñar unas cejas con la técnica de microbalding, que consiste en tatuar de forma semipermanente. Sin embargo, el resultado fue horrible, ya que arruinaron por completo las cejas de la mujer.
En lugar de tener unas cejas marcadas y uniformes, estos sujetos le hicieron un dibujo bastante deforme en la parte superior del rostro. Además, la tinta no hizo lo que debía hacer, que era brindar un acabado natural, sino que parece que pasaron una pluma por la piel de la mujer.
Trucha con estos marranos. Si no saben hacer su trabajo, ¿para qué lo hacen? Dicen ser profesionales y miren lo que hicieron, y todavía dicen que fue culpa de ella y que no le regresarán su dinero.
– Teresita de Jesús
Los estafadores se defendieron diciendo que no era responsabilidad de ellos, sino de la clienta por no saber que no era apta para someterse al procedimiento y que su piel estaba maltratada, razón por la que la tinta fue rechazada.
Mientras tanto, los cibernautas no perdonaron y criticaron las acciones de estos dos sujetos asegurando que una persona con el cutis dañado no podría atreverse a someterse a un procedimiento tan invasivo. Además, los tildaron de malas personas, pues a parte de arruinar esa parte del rostro de la mujer, ni siquiera le devolvieron su dinero.