Manny Pacquiao no solo es ya una leyenda del boxeo; canta, es senador en su natal Filipinas, construye casas para la gente pobre, y ahora quiere prolongar sus batallas, pero no en un ring, sino en el campo de batalla real…
Vestido como militar, Manny visitó a las tropas de su país en la isla de Mindanao, donde tienen una base para los soldados filipinos que están combatiendo contra el estado islámico. En esta zona desafortunadamente han vivido ya cerca de 630 bajas, entre soldados de ISIS, filipinos y civiles.
Y no creas que el campeón viste el traje militar solo para aparecer ante las cámaras. No. Desde 2011 se le concedió el grado de teniente coronel de la reserva del ejército filipino.
Durante su visita, les dijo:
Ustedes son los auténticos héroes, no Manny Pacquiao. Yo soy únicamente un boxeador.
Además de las bajas que han sufrido los militares y la población, son cerca de 40 mil desplazados en la zona, quienes han tenido que dejar sus hogares debido a la amenaza de los combates.
Por ello, el teniente coronel les prometió:
Espero volver aquí y saludarlos de nuevo cuando termine el combate y si no ha terminado cuando vuelva, entonces me uniré a ustedes.
No cabe duda que Manny es todo un ídolo en su país, y con este tipo de acciones y declaraciones, su popularidad sube cada vez más, a pesar de tener algunos momentos desafortunados, pues no esconde para nada sus ideas conservadoras, sobre todo en relación a la homosexualidad.
También es conocida su devoción por la religión católica, y a través de su cuenta en Instagram compartió una oración para sus compañeros de armas:
Señor Dios, nuestro Padre Celestial, en el nombre de Jesús te rogamos que bendigas y protejas a nuestras tropas que luchan en Marawi por nuestra libertad. Oramos para que des sabiduría a los que lideran nuestras tropas y les des valor a cada uno de nuestros soldados mientras luchan en la batalla. Les agradecemos su sacrificio por nuestro país. Estos hombres son los verdaderos héroes y rogamos que derrames tus bendiciones sobre ellos y sus familias. Gracias por nuestro gran país. ¡Amén!
No solamente en el ring, sino como ciudadano, el llamado Pacman se ha convertido en un ícono de Filipinas. Ojalá no sea necesario que entre en combate. Ojalá no sea necesario que nadie más entre en combate, nunca.