Aunque lo quieran negar, la mayoría de los padres tienen una preferencia por alguno de sus hijos y casi siempre se trata del primogénito de la familia.
Las peleas entre hermanos son el pan de cada día de las familias, pero cuando se trata de recurrir a los padres para arreglar un problema, es obvio que ellos favorecerán a alguno de sus hijos y la balanza siempre pesa más del lado del primogénito.
Si acaso tú eres el hijo mayor de la familia, estas son buenas noticias para ti. Los estudios han mostrado que la mayoría de los padres tienden a favorecer al hijo mayor de la familia y a darles un mejor trato en comparación a sus hermanos menores.
La investigación llevada a cabo por la Universidad de California con 384 familias reveló que el 74 por ciento de las madres y el 70 por ciento de los padres dijeron tener una preferencia por alguno de sus hijos. No dijeron nada acerca de cuál era pero eso lo averiguaron directamente con los hijos.
Este estudio publicado en el periódico de psicología familiar resaltó que los primogénitos se sienten más confiados y seguros porque creen que son los favoritos de sus padres.
Los primogénitos suelen ser más asertivos y recibieron más atención a lograr metas como destacar en la escuela o en algún deporte. La profesora encargada del estudio Katherine Conger dijo que:
Estaba un poco sorprendida. Nuestra hipótesis era que los niños mayores, se verían más afectados por las percepciones de un tratamiento diferente debido a su condición de niños mayores en la familia.
En realidad los que estaban más afectados por esa diferencia en el trato eran los hermanos menores, quienes dijeron que sentían una autoestima más baja en comparación a sus hermanos mayores.
Pero si eres el más pequeño de la familia o el de en medio, no todo está perdido. Otros estudios en Estados Unidos han demostrado las ventajas de ser un hermano menor.
Por ejemplo, la Universidad de Toronto mostró que los hermanos menores suelen ser más inteligentes que los primogénitos y la Universidad de Ohio concluyó que tener hermanos mayores disminuye el riesgo de divorcios en la edad adulta.
Les guste o no, siempre hay un hijo favorito. Tiene sus ventajas, pero también tienen más presión. Así que disfruta ser el Malcolm que puede disfrutar su inteligencia y no el Francis que termina en una escuela militar.