Hay historias que escuchamos y podríamos pensar que se trata de una broma, pero resulta ser algo verdadero. De ahí viene la famosa frase “parece chiste, pero es anécdota”. Hace siete años ocurrió un suceso que nadie podía creer por lo absurdo que era y que recientemente se volvió viral, pues hay gente que aún no puede creer que algo así haya ocurrido en la vida real.
Al parecer, un grupo de cinco sicarios chinos fue acusado de homicidio intencional al subcontratarse entre sí porque ninguno quería hacer el “trabajo sucio”.
Todo comenzó en octubre del 2013 cuando el empresario Tan Youhui contrató al primer matón a sueldo, Xi Guangan, para sacar de escena a su competidor directo, Wei Mou. El empresario ofreció al hombre dos millones de yuanes, lo equivalente a 282,600 dólares.
Xi Guangan tomó el dinero, pero decidió que era mucho trabajo, así que contactó a un segundo sicario, Mo Tianxiang, al que le pagó un millón de yuanes. Sin embargo, Tianxiang quería más dinero, por lo que Xi volvió a Tan y le pidió un millón de yuanes adicionales. El empresario estuvo de acuerdo, pero dijo que solo le daría el dinero después de que Wei muriera.
El tribunal asegura que el segundo matón contrató a otra persona, Yang Kangsheng, al que pagó 270,000 yuanes por adelantado y le prometió otros 500,000 adicionales cuando terminara el trabajo.
Yang Kangsheng no quería ensuciarse las manos y le ofreció 200 mil yuanes a un cuarto hombre, Yang Guasheng, y le prometió los otros 500 mil adicionales cuando acabara con la vida de Wei.
Si ustedes creen que la cadena acaba aquí, no señor, porque el cuarto hombre contrató a otro sicario, Ling Xiansi, quien aceptó hacer el trabajo por 100 mil yuanes. Sin embargo, este último decidió que la cantidad que le tocó no valía la pena por tanto problema, así que en lugar de quitarle la vida a Wei, le contó todo lo que sabía y le ofreció la oportunidad de fingir su muerte y así todos contentos.
El último sicario ayudó a Wei a escenificar todo y le tomó fotos atado y amordazado, que envió a su empleador. La noticia recorrió la cadena de subcontratistas hasta que llegó a Tan, el cliente original.
Pero después de pensarlo seriamente y ver lo cerca que estuvo de ser exterminado, Wei decidió ir a la policía y contarles todo lo que había pasado. Las autoridades rastrearon la cadena y detuvieron a los seis involucrados en el complot. La sentencia final fue la siguiente: Tan Youhui, 5 años de prisión; Xi Guangan, 3 años y seis meses; ambos Yangs, 3 años y 3 meses; Mo Tianxiang, 3 años y Ling Xiansi, 2 años y 7 meses.
La moraleja de esta historia, además de no ser un sicario, es que el trabajo delegado ineficientemente siempre tiende a fracasar. Si la primera persona hubiera hecho las cosas como se le pidieron, este enorme chiste jamás se hubiera contado.