En Estados Unidos los “dulces 16” son el equivalente a la fiesta de 15 años en otros países. En ese contexto, Jacinda, una chica de Levittown, Pensilvania, celebraba esa fecha tan esperada, cuando la inesperada caída de heces fecales de alguno de los cinco aviones que pasaban justo encima del patio de su casa, en donde se llevaba a cabo la festividad, arruinaron su fiesta.
El colmo fue que justo cuando estaban partiendo el pastel, empezó a caer esta peculiar lluvia. Al principio no sabían que era, solo veían cómo caía en los manteles, toldos y encima de los invitados algo viscoso y de color marrón; además del asqueroso hedor que desprendía el regalo que dejó la aeronave.
Joe Cambry, el padrastro de la joven, indignado y molesto de lo que había precipitado, tomó la manguera para poder limpiar todo lo que había caído del cielo.
“Parecía que un centenar de pájaros volara y todos hicieran del baño al mismo tiempo, así es como veía “, dijo Cambry.
La hermana de Cambry tomó su Smartphone y averiguó por medio de una aplicación cuáles eran los cinco aviones que más volaban por el lugar; pues de alguno de ellos provenía tan peculiar desecho.
La familia presentó una queja ante la Administración Federal de Aviación, y ahora se están haciendo las debidas investigaciones, pues argumentan que los desechos orgánicos de los aviones se tienen que hacer rigurosamente en el aeropuerto sin ninguna excepción.
Y aunque parezca increíble, los problemas por los residuos en el aire se informan con cierta frecuencia. En 2012, una pareja de Nueva York dijeron que estaban salpicados de desechos aéreos de un avión que volaba por encima.
En 2013, una mujer en Inglaterra informó que un trozo congelado de residuos se había estrellado en su techo. El año pasado, una mujer de Nueva Zelanda fue atacada en su casa con lo que ella dice era desperdicio humano de un avión.
Esperemos que que a la pobre de Jacinda y su familia, no les haya quedado un mal sabor de boca con esta asquerosa experiencia.