Parece muy lejano el sueño de que pudieras tener tu propia isla, pues requeriría una cantidad enorme de dinero, que, obviamente, no tienes…
Pero tal vez no has pensado en que pueden existir pequeños pedazos de tierra entre las aguas… no es necesario que tengas un enorme territorio para decir que eres propietario de tu isla particular…
Bueno, esa foto es algo exagerado; en el territorio del que te estamos hablando, se pudo construir una pequeña casa y se plantó un árbol, lo que la convertiría en un refugio ideal para pasar un par de días en absoluta calma, aunque eso, sí, algo apretado.
Se llama Isla de Solo una Habitación… un nombre bastante apropiado para las condiciones en las que se encuentra, ya que no su superficie no es superior a la de una cancha de tenis.
Es parte de las Mil Islas, zona que se encuentra a lo largo del río San Lorenzo, entre Canadá y Estados Unidos, justo en la bahía Alexandria, en Nueva York. Para precisar, el nombre se queda corto, pues en realidad son 1,864 islas a lo largo de esta zona que divide a la gran manzana del estado de Ontario, en la parte canadiense.
En 1950, la familia Sizeland compró esta isla, que anteriormente tenía el nombre de Hub, y pusieron manos a la obra para construir esa pequeña casa, además de plantar el árbol, con la idea de que fuera un lugar de descanso, para escaparse el fin de semana.
Desafortunadamente, cientos de turistas curiosos comenzaron a visitar la zona, pues les pareció atractivo ver esta pequeña isla, así que, adiós tranquilidad…
Y es que esta pequeña construcción tiene otro atractivo: es la isla más cercana al archipiélago donde se encuentra el Castillo de Boldt, construido por el millonario George Boldt, entre 1900 y 1904, como un regalo de amor para su esposa, Louise Augusta Kehrer .
El lugar elegido fue, ni más ni menos, que la Isla Corazón, y le entregaría el castillo para el Día de San Valentín, sin embargo, su amada murió y ya no pudo ver esta obra de 120 habitaciones terminada… no George, pues cayó en depresión y suspendió la obra, y además, no volvió jamás a la isla. Luego de 73 años, las autoridades de la zona recuperaron el inmueble y se ha convertido en una atracción turística.
Parece que ninguna de estas dos construcciones cumplieron con la finalidad para la que fueron construidas… pero al menos se han convertido en una interesante atracción para la zona…