De entrada, una de las primeras especies descartadas para sobrevivir al fin del mundo es la nuestra, la de los humanos; y es que, a pesar de los miles de años de evolución, parece que en nuestro caso nos hemos vuelto más débiles.
En el imaginario colectivo se tiene la creencia de que las cucarachas serán las que sobrevivan un cataclismo, pero a pesar de que tienen una capacidad de adaptación y resistencia infinitamente superior a la del homo sapiens, tampoco serán las últimas sobrevivientes.
Al tomar en cuenta varios escenarios que pudieran destruir el mundo en que vivimos, un grupo de científicos ha encontrado la que sería la última forma de vida en permanecer en la Tierra.
Puede caer un asteroide enorme, como ya sucedió con los dinosaurios, o suceder una serie de desastres, pero nada tan terrible como que nuestro sol desapareciera…
Los ganadores en esta carrera de supervivencia, serían los tardígrados, conocidos comúnmente como Osos de agua, esto, por su forma y la manera en que se mueven.
La mayoría son terrestres y habitan en la película de agua que hay en el musgo, liquen y helechos, aunque hay algunos que habitan en océanos y aguas dulces. Están presentes básicamente en todo el planeta.
No es ninguna broma, esa es la apariencia real, de un animal existente…
El doctor David Sloan, de la Universidad de Oxford, manifestó que en el caso de que cayera un asteroide enorme sobre la Tierra, eso significaría la extinción de los humanos y muchas otras especies, pero en el caso de los tardígrados, resultarían prácticamente ilesos.
Se alimentan al succionar líquidos vegetales o animales, ¡aunque pueden sobrevivir muchos años sin alimento ni agua! Miden 500 micras (una micra equivale a una milésima parte de un milímetro).
Entre sus características destaca que puede resistir una presión atmosférica de hasta seis mil veces la de la Tierra, por lo que sería el único animal terrestre que pudiera sobrevivir en el vacío del espacio.
Pueden soportar temperaturas que van desde los -250 grados centígrados, hasta los 150.
Además, algo increíble: pueden entrar en estados de animación suspendida. Desalojan casi toda el agua de su cuerpo, quedando con menos del uno por ciento, lo que detiene su metabolismo. Esto, en otra especie, es mortal. Pero para el tardígrado es una forma de conservarse. Así, pueden pasar hasta cien años, y luego regenerarse como si nada hubiera pasado…
Han sido encontrados viviendo hasta tres mil metros de profundidad del océano, o 20 mil pies de altura en el Himalaya; a 80 metros bajo un glaciar en el Ártico; en aguas termales; en todos lados.
Por si esto fuera poco, pueden soportar hasta mil veces la cantidad de radiación de rayos X que mataría a un humano. ¡Este animalito pudiera vencer incluso a Superman!
El doctor Alves Batista, también de Oxford, señaló que los tardígrados puede ser una especie de eslabón perdido para creer que hay especies que viven en otros planetas:
Los tardígrados están tan cerca de lo indestructible como es posible en la Tierra, pero es probable que haya otros ejemplos de especies resilientes en el universo.
Vaya, pues mientras tanto, nosotros, los humanos, nos vamos despidiendo…