El último “hitazo” de Netflix, mejor conocido como El juego del calamar, ha comenzado a adentrarse de maneras un poco preocupantes en la cultura popular, pues algunas escuelas reportan que los niños están replicando los juegos asesinos de la serie, claro que sin llegar a ser mortales, pero sí, violentos.
Una escuela en Bélgica tuvo que dar aviso a los padres sobre los juegos que sus hijos practican a la hora del receso y que emulan las dinámicas de los juegos presentados en la serie, pero donde el perdedor recibe un puñetazo en el rostro. Por supuesto, los juegos son infantiles, pero los golpes son lo que preocupa a las autoridades y maestros de las instituciones.
El colegio Béguinage Hainaut se encuentra en la comuna de Erlequinnes, al sur de Bélgica, y junto a otros colegios de la comunidad ha lanzado un comunicado en Facebook dirigido a los padres de familia para dar cuenta de los “juegos” que sus hijos realizan en el espacio escolar.
En el comunicado lanzado por la directora Sabrina Caci se expresa que los niños copian el juego de 1-2-3, Soleil!, que es el nombre francés que se le da al juego Red light, green light. Pero en lugar de acabar con la vida del otro, le dan un puñetazo en la cara o los azotan con una cuerda, por lo que el niño que vuelva a ser sorprendido jugando esta modalidad agresiva del juego será sancionado.
Estamos muy atentos para que este juego malsano y peligroso sea parado. ¡Contamos con su apoyo y colaboración para concienciar a sus hijos acerca de las consecuencias que esto puede tener!
Además, los profesores ya hablaron con los niños y les explicaron la situación. Así lo contó la maestra de primaria Maélys Lequeux:
Reunimos a los niños y discutimos. Les explicamos que era peligroso, que no debía volver a ocurrir en el patio o incluso en casa (…) Se cuestionaron. Vi remordimientos en algunos de ellos. Creo que ahora lo han entendido.
La publicación se volvió viral y los usuarios de las redes, como siempre, se unieron a la polémica, pues algunos no consideran que se trate de un juego diabólico como lo quieren hacer pasar. Además, muchos aducen que de niños imitaron programas como Jackass y no les pasó nada grave. El comunicado de la escuela belga termina diciendo que Red light, green light es un juego tradicional que sigue permitido pero sin golpes.
Más allá de la agresión, lo importante es esa división tajante entre perdedores y ganadores que la serie establece como una situación de supervivencia, concepción de desarrollo personal que se trata de combatir en la educación actual. Sin embargo, los juegos infantiles suelen tener por sí mismos estos trasfondos violentos y aleccionamiento social y es lo interesante de descubrir en la serie coreana. Nosotros creemos que toda la culpa la tienen los uniformes de la serie, que son idénticos a los de las escuelas públicas.