Una jovencita de 20 años ha decidido demandar al médico general que atendió a su madre cuando estaba embarazada de ella. El motivo es que ella nació con espina bífida, es decir, en algún punto de su gestación, su espina dorsal no pudo desarrollarse de buena manera, lo cual le ha traído diversos problemas de salud que la aquejan desde su nacimiento.
Evie Toombes es la demandante del Dr. Phillip Mitchell, pues en su opinión, el doctor no dio las recomendaciones indicadas a su madre para que tuviera un embarazo sin problemas. La joven fue diagnosticada desde el 2001 con lipomielomeningocele (LMM), una malformación del tubo neural, en el que la médula queda expuesta y se mezcla con tejidos grasos, enfermedad que le causa trastornos psicomotrices.
La enfermedad degenerativa de Evie hace que pase los días entubada y que poco a poco su movilidad se vaya disminuyendo, al grado de que en unos cuantos años más necesitará de una silla de ruedas para poder moverse. Sin embargo, Evie practica equitación y compite con otros discapacitados. Este deporte que le ha dado grandes satisfacciones fue el que hizo que su familia y el doctor Mitchell se conocieran, pues este también practicaba saltos con los caballos.
Evie ha considerado que el doctor no le dio el correcto seguimiento al embarazo de su madre, Caroline, y que sus problemas actuales de salud se pudieron haber corregido con una mayor ingesta de ácido fólico, por lo que ahora demanda a Mitchell por no dar las advertencias necesarias a la mujer que se embarazó de Evie a edad avanzada.
El abogado de Evie dijo a la jueza Rosalinde Coe, de la corte de Londres, que demandan al doctor Pihilips por haber permitido que la joven “naciera en un estado dañado”, por lo que ahora reclaman una indemnización millonaria. Además, Evie piensa que el doctor pudo haber recomendado a su madre concebir en otro momento.
Pero el Dr. Mitchell niega las acusaciones y su abogado Michael de Navarro ha dicho que el médico dio las recomendaciones de ingesta de ácido fólico apropiadas. Lo que es cierto es que los estudios médicos sugieren que la ingesta de ácido fólico en muchos casos puede reducir la posibilidad de desarrollar lipomielomeningocele, por lo que la demanda parece justa.
Espero que mi caso contribuya también a llamar la atención sobre la causa y, a su vez, a concienciar y prevenir más situaciones como esta que podrían suceder a las familias.
Evie Toombes ha ganado notoriedad por esta demanda, pero en realidad es una reconocida maestra que se dedica a concientizar a los niños sobre enfermedades invisibles como la que ella padece y que trabaja en la Universidad de Nottingham. Ahora está a la espera de una resolución sobre su demanda.