Hay días en la chamba tan malos como la ira de Dios (esto hubiera escrito el poeta César Vallejo si hubiera tenido que trabajar toda la semana más de 40 horas en una oficina). Y esto es lo que muchos sienten al volver a casa después de una pesada jornada laboral. A menudo soñamos con el anuncio de que los horarios de trabajo serán más flexibles en nuestra empresa y podremos volver a nuestro hogar más temprano, pero nos olvidamos pronto de esa fantasía porque al día siguiente hay que madrugar.
Pero no todo está perdido. La buena noticia es que Islandia confirmó que la reducción de la jornada laboral a cuatro días es viable, que la economía logra sostenerse como hasta ahora y, lo que es aun mejor, hasta mejora. El pequeño país insular promete un modelo de trabajo con beneficios mutuos tanto para empresas e instituciones como para empleados.
Durante cuatro años, Islandia llevó a cabo un experimento de reducción de trabajo en el uno por ciento de la población. Del año 2015 al 2019, dos mil quinientas personas en el sector de educación, de salud y servicios públicos estuvieron trabajando sólo cuatro días a la semana. Ahora el experimento arrojó sus resultados y calificó a la reducción del trabajo a 35-36 horas sin menoscabo del salario como un éxito rotundo.
Según los expertos, el nuevo modelo de trabajo islandés demuestra que las instituciones públicas están listas para dar el gran paso a la reducción del trabajo. Entre los beneficios observados se encuentran: la reducción del estrés, la mejora de salud del empleado y el alza en su rendimiento de trabajo.
Este estudio muestra que el mayor experimento del mundo de reducción de la jornada laboral en el sector público fue, de acuerdo a todos los parámetros, un rotundo éxito.
-Will Stronge, codirector de la investigación de la empresa Autonomy:
Los hallazgos en el experimento islandés coinciden con otros similares de varias partes del mundo. Por ejemplo, Microsoft Japón probó una semana laboral de cuatro días en 2019 y reportaron un 40 por ciento de incremento de productividad. Otra compañía de Nueva Zelanda llamada Perpetual Guardian estableció una semana laboral de cuatro días desde el 2018 y, desde entonces, su productividad aumentó un 20 por ciento.
Los beneficios de la jornada laboral de cuatro días se resumen en una mejor convivencia en el hogar, pues los varones aumentaron su participación en las tareas domésticas. Además, hubo un mejoramiento de productividad y mayor calidad en prestación de servicios, incluso hasta se presentó un incremento de ingresos. El investigador Guldmundur D. Haraldsson señaló que:
La reducción de semana islandesa nos dice que no sólo es posible trabajar menos en estos tiempos, sino que también lo es el cambio progresivo.
Nosotros estamos ansiosos porque este proyecto se lleve a cabo en más partes del mundo. ¿Y ustedes?