Ser un atleta no solo se trata de la superación personal hacia la perfección en el desempeño de una actividad física, sino también de la integridad moral y espiritual, que significan la verdadera excelencia deportiva, lo que comúnmente conocemos como “espíritu deportivo”.
A continuación recordamos 13 de los momentos en que los deportistas de alto rendimiento demostraron no solamente ser excelentes en cuando a tiempos, distancias y otras marcas objetivas, sino que también destacan en aquello que no podemos medir con metros, segundos ni puntos: la calidad humana.
1. Selección danesa: un verdadero equipo
Cuando Christian Eriksen colapsó durante la disputa de la final de la Euro 2020 de Dinamarca contra Finlandia, sin haber estado en pugna contra ningún oponente luego de recibir el balón, fue evidente que algo andaba mal, por lo que el árbitro llamó de inmediato al equipo médico.
Todos sus compañeros del equipo danés olvidaron inmediatamente cualquier otra preocupación y se aproximaron para saber qué había pasado. Luego del anuncio de la cancelación del partido, Eriksen fue llevado a un hospital, donde fue estabilizado, lo que alivió más a sus compañeros que cualquier victoria en la cancha.
2. David Purley: al rescate de un amigo
Durante el Grand Prix de la Fórmula 1 de Países Bajos en 1973, Roger Williamson impactó su vehículo, estallando en llamas en el acto. Al ver esto, su colega David Purley saltó al rescate, cualquier ambición de victoria olvidada, con extintor en mano para salvarlo.
Trágicamente, y a pesar de los intentos heroicos de Purley por rescatar al corredor, le fue imposible apaciguar las llamas con su dispositivo antiincendios y para cuando los servicios de emergencias lograron apagar las llamas, el piloto ya había fallecido.
3. Selección lituana: deadheads de por vida
Luego de la desintegración de la Unión Soviética, lo que menos pasaba por la mente de los políticos era apoyar a los equipos deportivos, por lo que el deporte en los estados de la recién disuelta nación se encontraron en dificultades.
Al enterarse de los problemas de la selección lituana de basquetbol, el grupo norteamericano Grateful Dead se dio a la tarea de financiarlos para que compitieran en los Juegos Olímpicos de 1992, donde los atletas obtuvieron la medalla de bronce y lo celebraron con uniformes inspirados en su banda mecenas, como auténticos deadheads.
4. Shizo Kanaguri: toda una vida para terminar la carrera
Debido al calor durante la competencia del maratón de las Olimpiadas de 1912 (la V Olimpiada, en Estocolmo, Suecia), Shizo Kanaguri abandonó la carrera y regresó a Japón sin notificárselo a las autoridades suecas, que pensaron que se había extraviado.
En 1966, al enterarse de que el atleta estaba sano, salvo y que se había encontrado activo en el deporte todo ese tiempo, las autoridades suecas invitaron al japonés a terminar la carrera, lo que logró hacer con un tiempo récord de 54 años, 8 meses, 6 días, 8 horas, 32 minutos y 20.3 segundos. Kanaguri confesó que “en el camino tuve 6 hijos y 10 nietos”.
5. Vic Wild y Alena Zavarzina: matrimonio medallista
La rusa Alena Zavarzina y el estadounidense que compite para Rusia Vic Wild compitieron simultáneamente en los Juegos Olímpicos de Invierno de Sochi 2014 en la misma prueba de snowboarding, pero en en pruebas varonil y femenil.
Finalmente, ambos ganaron galardones por sus extraordinarias actuaciones, con apenas minutos de diferencias en sus tiempos, obteniendo las medallas de oro y de bronce, ganadas por Wild y por Zavarzina, respectivamente.
6. Bob Nevin: todos para uno
Cuando Bob Nevin, jugador del equipo de hockey de los Toronto Maple Leafs, se detuvo aparentemente afligido, los jugadores de ambos equipos se acercaron a ver cuál era el problema, que resultó ser que Nevin había perdido su lente de contacto.
Ambos equipos suspendieron el partido para buscar el instrumento óptico del jugador, lo que dejó sorprendidos a todos. A final de cuentas, el lente nunca fue encontrado, pero, como dicen por ahí, la intención es lo que cuenta.
7. Marios Giannakou: con sus sueños a cuestas hasta el dominio de los dioses
Marios Giannakou se dio a la tarea de cumplir los sueños de su amiga Eleftheria Tosiou, quien estaba incapacitada para cumplirlos dada su condición que la ataba a una silla de ruedas: conquistar la cima del monte Olimpo.
El maratonista griego se preparó físicamente para la faena y a la hora de la verdad fue capaz de cargar a su amiga todo el trayecto, sin contratiempos, hasta lograr alcanzar la cúspide de los cielos griegos.
8. Sky Brown: lo que no te mata…
Luego de sufrir una tremenda caída durante una sesión de entrenamiento el 28 de mayo de 2020 mientras estaba en California, Estados Unidos, Brown terminó con terribles lesiones, entre las que estaban varias fracturas de cráneo, muñeca y mano, así como múltiples laceraciones. Más tarde, su padre diría que “tenía suerte de seguir con vida”.
Luego de una asombrosa recuperación, para el 4 de agosto de 2021, durante el debut del skateboarding como disciplina olímpica, logró hacerse de la medalla de bronce con su actuación, dejando fuera del podio a la campeona mundial Misugu Okamoto y convirtiéndola en la atleta británica medallista olímpica más joven, a la edad de 13 años.
9. Team Tvilling: gemelos de hierro
Peder Mondrup sufre parálisis cerebral, que le impide correr o siquiera caminar, pero ese pequeño detalle no impidió que su hermano gemelo, Steen Mondrup, lo llevara a completar la carrera de triatlón Ironman en Copenhague, Dinamarca, en 2014, lo que les tomó poco menos de 16 horas.
Los gemelos daneses siempre participan juntos en las competencias, lo que los ha hecho ser conocidos como “el equipo gemelo” o “Team Tvilling”.
10. Kathrine Switzer: sin miedo al machismo
La atleta estadounidense Kathrine Switzer hizo historia cuando se convirtió en la primera mujer en correr un maratón usando un dorsal (el número de competidora). En la maratón de Boston, la prueba estaba aún destinada solo a los hombres, pero ella logró inscribirse como KV Switzer y cuando un comisario de nombre Jock Semple vio que participaba usando un dorsal, intentó detenerla.
Debido a una escolta que incluía a algunos corredores y a su novio, Kathrine Switzer logró terminar la carrera.
11. Abebe Bikila: a pesar de todo, el número 1
Abebe Bikila, de Etiopía, fue el primer atleta africano en ganar la medalla de oro olímpica. Campeón olímpico en maratón dos veces, una en 1960 y otra en 1964, lo más increíble de Bikila es que la primera vez lo logró descalzo y la segunda estaba “fuera de forma”.
Cuando le entregaron su calzado para disputar la prueba en 1960, él dijo que no le serviría, por lo que los jueces decidieron permitirle participar sin calzado y al hacerlo, logró ganar corriendo con los pies desnudos. En 1964 se había visto muy debilitado porque seis semanas antes de la prueba lo operaron por apendicitis e igual logró conseguir el oro. En ambas ocasiones impuso récords mundiales: 2 horas 15 minutos y 16 segundos en 1960 y 2 horas, 12 minutos y 12 segundos en 1964.
12. Iván Fernández: honroso segundo lugar
Durante el cross country de Burlada, en Navarra, España, en 2012, el keniano Abel Mutai empezó a desacelerar tan solo a 10 metros de la línea de meta, pensando que ya había acabado la carrera.
Al percatarse del error de su rival, el español Iván Fernández Anaya se acercó a él y le aclaró que se había equivocado, gesticulando y casi empujándolo hasta la meta, llevándolo por delante. Luego Anaya diría que “Mutai era el justo vencedor, no podía pasarle”.
13. Alessandra Perilli: gran mujer de un pequeño país
San Marino, el tercer país europeo más pequeño (con 61.9 km cuadrados de superficie), se convirtió en el país más pequeño con una medallista olímpica cuando Alessandra Perilli obtuvo la medalla de bronce en la prueba de tiro al plato femenino.
Así, San Marino, con apenas treinta y cuatro mil habitantes, puede presumir que casi el 0.3 por ciento de su población ha sido medallista olímpica en alguna ocasión, que es bastante comparado contra el 0.00006 por ciento de medallistas que tenemos aproximadamente en México.