Un joven gastó más de 20 mil dólares para invertirlos en un videojuego. El problema no es que haya gastado una enorme cantidad de dinero en su vicio, lo verdaderamente preocupante es que se trataba de los ahorros de sus padres. Ahora el chico tendrá que ponerse a trabajar para ayudar con los gastos de la casa.
El joven de 17 años, cuyo nombre se desconoce, es originario de la India, y gastó alrededor de 21, 433 dólares en transacciones bancarias desde al cuenta de sus padres para invertir en el videojuego Playerunknown’s Battlegrounds (PUGB).
Todo indica que el joven hacía estos movimientos a través del teléfono de su madre, el cual usaba para sus estudios en línea, lo que le permitía tener acceso a las cuentas bancarias y utilizó el dinero para hacer mejoras a su personaje. En menos de un mes, el joven ya había gastado todos los ahorros de sus padres, quienes se dieron cuenta una vez que llegó el estado de cuenta a su hogar.
Los señores pronto se dieron cuenta que el dinero destinado para gastos médicos, fondo de previsión y fondo de estudios ya no existían, la cuenta estaba en ceros. Todo indica que el joven transfería el dinero a diferentes cuentas y eliminaba los mensajes para que sus padres no notaran los movimientos, pero bueno, como dicen las abuelitas: todo cae por su propio peso.
Lo que el chico no pensó es que, eventualmente, el estado de cuenta terminaría por delatarlo, y cuando lo hicieron los padres se enfurecieron con él, y decidieron que el castigo sería ponerlo a trabajar para que pague su enorme deuda y aprenda a apreciar el valor del dinero y lo difícil que es ganarlo.
Ahora el joven trabaja en un taller reparando scooters y motocicletas, lo que no le da mucho, pero al menos aprenderá la lección de una forma que lo marcará de por vida. Su padre cree que fue la mejor decisión:
“No puedo dejar que se quede inactivo en casa y no puedo darle un teléfono móvil ni siquiera para los estudios. Está trabajando para un taller de reparación de scooters para darse cuenta de lo difícil que es ganar dinero. Ahora no tengo esperanza, ya que el dinero se ahorró para el futuro de mi hijo y ya no existe”.
Miren que fue hasta tonto, se gastó el dinero con el que los padres tenían pensado enviarlo a estudiar una profesión. Por lo visto ahora se tendrá que rascar con sus propias uñas y por una tontería… Pero bueno, su problema.