El universo nunca deja de sorprendernos y para muestra de ello, te traemos la primera fotografía de un agujero negro, el cual se encuentra en el centro de una galaxia llamada Messier 87 (M87), a unos 55 millones de años luz de nuestro planeta.
La nueva fotografía del agujero negro puede ayudar a los expertos a medir la polarización, huella que dejan los campos magnéticos, así como entender la dinámica que estos dos fenómenos siguen cuando se acercan. Además, la comunidad científica podría obtener mejor información acerca de los chorros de energía que se desprenden desde su núcleo.
Lo que vemos es la siguiente evidencia crucial para entender cómo se comportan los campos magnéticos alrededor de los agujeros negros y cómo la actividad en esta región tan compacta del espacio puede generar potentes chorros que se extienden mucho más allá de la galaxia.
– Monika Moscibrodzka, profesora adjunta de la Universidad Roadboud
La primera imagen de un agujero negro fue publicada por la comunidad científica el 10 de abril de 2019 y en ella se puede apreciar su brillante estructura, parecida a un anillo en cuyo interior hay una región oscura correspondiente a la sombra del propio agujero negro. A partir del descubrimiento, se indagó más en el tema usando el telescopio Event Horizon y datos obtenidos en 2017 sobre ese objeto, por lo que se descubrió que gran parte de la luz alrededor del agujero negro está polarizada.
Este trabajo es importante: la polarización de la luz lleva información que nos permite entender mejor la física que hay detrás de la imagen que vimos en abril de 2019, algo que antes no era posible. La presentación de esta nueva imagen de luz polarizada requirió años de trabajo debido a las complejas técnicas implicadas en la obtención de análisis de datos.
– Iván Martí-Vidal, coordinador del Grupo de Trabajo de Polarimetría del Event Horizon Telescope
La luz puede ser polarizada cuando pasa a través de ciertos filtros, similar a cuando usamos gafas para el sol. De esta manera se reducen todos los reflejos y deslumbramientos, obteniendo imágenes más nítidas y claras de la región que se esté estudiando, en este caso, la que se encuentra alrededor del agujero negro, lo que permite a los científicos crear mapas con las líneas del campo magnético ubicado en su borde interior.
Una de las características más misteriosas es que los grandes chorros de energía y materia se desprenden del núcleo de M87 y alcanzan por lo menos una extensión de 5000 años luz desde su núcleo. Además, la mayor parte de la materia que se encuentra cerca del borde del agujero negro se precipita hacia él, pero algunos restos logran escapar y son lanzados al espacio en forma de poderosos chorros de energía.
A pesar de que los astrónomos han intentado entender mejor este proceso a través de diversos estudios sobre la forma en la que llega a comportarse la materia que se encuentra cerca del agujero negro, no logran encontrar la razón de los chorros de energía más grandes ni tampoco cómo es que la materia cae dentro de él.
Con la nueva imagen del agujero negro y su sombra polarizada es posible estudiar por primera vez la región que se encuentra fuera de este lugar, donde interactúa la materia que fluye y la que es expulsada. De esta manera se ha obtenido información nueva acerca de los campos magnéticos que hay afuera del agujero. Los científicos observaron que todo se asocia con especulaciones teóricas de gases con una fuerte carga magnética.