Cuando una relación termina en malos términos, algunos suelen concentrarse en sí mismos, disfrutar de su soltería, ir al gimnasio, jugar videojuegos y utilizar su dinero como mejor le parece (sí, comprando Funkos nuevos para la colección).
Pero en el caso de esta dama, cuando la relación llegó a su fin, y no en buenos términos, un mecanismo de maldad se activó en su interior y fue capaz de hacer cualquier cosa con tal de recuperar a su ex. Sarah Vilard, originaria de Alemania, fingió su propia boda para atraer la atención de su ex y provocarle tanto celos como arrepentimiento. Pero su malévolo plan no dio resultados, porque el varón en cuestión ya ni la topa.
En TikTok, Sarah Vilard narró detalle a detalle cómo trató de vengarse de su ex luego de que este diera por terminada su relación de la noche a la mañana. Según su relato, la pareja había estado junta por varios años y ella creía que él era el hombre de su vida, su príncipe azul que terminó convertido en el ogro del cuento.
Su intensión era provocarle celos a su ex y que a su vez, este se arrepintiera por abandonarla. Entonces empleó un malévolo plan en el que invirtió todos ahorros para fingir su propia boda, teniendo que rentar un novio y vestido para la ocasión. Además, consiguió maquillaje, peinado, accesorios y, por supuesto, una sesión de fotos profesional.
El resultado fue justo lo que había imaginado. En las fotos se le veía feliz junto a un nuevo hombre. Las imágenes llegaron a redes sociales y sus amigos se mostraron sorprendidos por su repentina boda, pues no invitó a ninguno de ellos. Aun así, todos la felicitaron por su enlace, excepto una persona: su ex, quien ni siquiera se tomó el tiempo de mirar sus historias en Instagram.
Sarah acepta que se decepcionó al saber que su ex ni siquiera vio las fotografías de su supuesta boda y que ahora jamás volverá a saber de él, ya que ante los ojos de muchos, ella está casada.
Aunque no sabemos si en realidad el varón en cuestión vio o no las fotos, ya sea desde sus redes o con la ayuda de algún amigo, sí podemos decir que se comportó como todo un caballero, pues respetó su ruptura y se mantuvo al margen de los hechos. Bravo por eso, guerrero.