Viajar es una actividad que sin duda alguna provee de cambios y aprendizaje. Todos quisiéramos hacerlo mucho más seguido de lo que nuestras posibilidades nos lo permiten. Elegir un destino y planificar todo lo concerniente es algo que llena de felicidad a cualquiera que lo haga.
Se puede decir que la vida misma se trata de un viaje en el que podemos ser partícipes de un sinnúmero de acontecimientos, lugares y ver entrar y salir personas que nos aporten algo, por más mínimo que esto sea.
Pero no nos pongamos tan profundos, la pequeña reflexión ahí está, pero en esta ocasión traemos para ustedes una gran noticia que literalmente está dando la vuelta al mundo. Mientras la humanidad se encuentra librando una dura batalla contra el covid-19, una familia húngara de cuatro integrantes decidió abordar su nave náutica llamada Teatime y comenzar a surcar los mares para evitar contagiarse y a la vez, cumplir su sueño de recorrer el mundo.
La familia Bosze zarpó de las costas de Croacia a finales del junio del 2020 y desde ese momento, han visitado lugares como Croacia, Cabo Verde, España, Martinica y Francia. Actualmente se encuentran en la isla caribeña de San Martín y ya tienen en la mira emprender otra parte del viaje hacia el canal de Panamá.
Ellos aseguran no tener prisa alguna, pues la vida en altamar aparenta ser mucho más lenta, muy parecido a lo que sucede con el distanciamiento social en casa. Seguramente es una experiencia extraordinaria que les hace pasar mucho más tiempo en familia.
El padre de familia, Domonokos Bosze, de 48 años de edad, instaló su propia oficina dentro de la embarcación de 15 metros de largo para llevar a cabo sus labores. Mientras tanto, que sus dos hijas de seis y ocho años han tomado clases a distancia, pero no han descartado la posibilidad de que puedan entrar a escuelas locales de los lugares a los que vayan llegando para así conocer otras culturas.
De hecho, él y su esposa Anna ya han estado navegando por más de diez años y tenían planeada esta aventura mucho antes de que llegara la pandemia, que les trajo gran preocupación y problemas al momento de embarcarse, pero fue su determinación lo que les motivó a cumplir con este plan.
La familia siguen al pie de la letra los cambios en las normas acerca del virus en cada país al que llegan y se monitorean realizándose la prueba y consideran entrar en cuarentena de ser necesario. Pescan atún para alimentarse, pero no es lo único que ingieren.
Ya dependerá de las restricciones que se vayan suscitando que la familia planee navegar durante todo este año y el próximo hacia el pacífico. Además, tienen toda la intención de que su viaje pueda alargarse durante otros cinco o seis años pasando por largos periodos en el Pacífico sur y océano Índico.