Oh, no, ¿y ahora quién podrá ayudarnos? Janet Yellen, la secretaria del Tesoro de Estados Unidos, acaba de advertir en su declaración frente al Congreso que Estados Unidos está por alcanzar su límite de deuda externa y podría quedarse sin fondos en tres semanas, es decir, el 18 de octubre.
De no tomar las medidas necesarias para ampliar los plazos de pago o el techo de la deuda, Estados unidos podría quedarse sin fondos y por primera vez en su historia incumpliría un pago, lo cual podría ser catastrófico para la economía tanto del país como del mundo, pues se perderían empleos, pensiones y los seguros sociales no podrían ser cubiertos.
El Tesoro quedaría con recursos muy limitados que se agotarían rápidamente. Es incierto si podremos seguir cumpliendo los compromisos de la nación luego de esa fecha.
Yellen advirtió que si el Congreso no actúa en pro del aplazamiento de la deuda, la recesión económica será aún más dura. La secretaria del Tesoro recuerda que cientos de miles de empleos y empresas se perdieron por la crisis desencadenadas por la pandemia de coronavirus, pero que la situación podría empeorar.
If the U.S. failed to raise or suspend the debt limit by Oct. 18, the country would default for the first time in history, Treasury Secretary Janet Yellen warned lawmakers on Tuesday, leading to a self-inflicted economic recession and a financial crisis. https://t.co/kKiY2mVM6H pic.twitter.com/I5kW6wbtEZ
— The New York Times (@nytimes) September 28, 2021
El límite de la deuda se alcanzó, por lo que los demócratas piden que se suspenda o se eleve, lo cual no causaría más gastos, sino simplemente permitiría que se financien los planes de recuperación financiera que Yellen y el gobierno de Joe Biden tratan de implementar para el rescate de la economía.
Sin embargo, los republicanos se han mostrado reacios a aprobar la suspensión o ampliación de la deuda, cosa que sí hicieron durante el gobierno de Donald Trump. Los prestamistas del país ya advirtieron que esto sería catastrófico y que si no se cumple con el pago de la deuda, se afectaría la calidad crediticia de Estados Unidos.
De acuerdo con Moody’s Analytics, la no conciliación del Congreso le costaría seis millones de empleos a Estados Unidos, 15 billones de dólares a la riqueza de las familias del país y llevaría la tasa de desempleo a casi el nueve por ciento. Yellen dijo en comparecencia con el Congreso que:
Una demora que ponga en tela de juicio la capacidad del gobierno federal para cumplir con sus obligaciones posiblemente cause un daño irreparable a la economía de Estados Unidos y a los mercados financieros globales.
Los analistas de distintos medios hablan de un efecto de estanflación que podría agudizarse, es decir, estancamiento e inflación económica debido a las tensiones económicas por la pelea energética internacional. La deuda de EE. UU. asciende a 28 billones de dólares y es el tope que debe ampliarse para que los créditos mundiales no se vean afectados, pues de ser así, nos perjudicaría a todos. Si a Estados Unidos le cuesta más acceder a un préstamo, entonces a nosotros también nos costaría más acceder a uno. O sea, pagaríamos mucho más.