Esta historia se publicó en Facebook y pronto se hizo viral: una mujer un tanto borracha entró a un departamento ajeno y se acostó en el sofá de unos perfectos extraños a dormir.
Ésta fue, quizá, la cosa más rara entre los dueños del departamento y una mujer a la que nunca antes habían visto; ¡una total intrusa! La historia es la siguiente:
“Mi roommate estaba en el sofá a eso de la 1 de la mañana cuando de pronto se abrió la puerta y una chica borracha entró tropezando. Andamos por los veinte años y no vivimos en una ciudad universitaria o algo así; vivimos en un complejo de apartamentos en Charlotte, Carolina del Norte, a unos 10 minutos en coche del centro de la ciudad. El complejo alberga a muchos jóvenes profesionales que les gusta la fiesta, pero esto que pasó no fue parte de ello.
“Así que… después de que mi compañera le explicó que no la conocía y que estaba en el lugar equivocado (sin ninguna respuesta humana), la intrusa comenzó a quitarse los zapatos y simplemente se acomodó en el sofá. Fue allí cuando recibí un mensaje de mi compañera de cuarto.
“Total, que en lugar de darnos alguna pista de quién era, dónde estaban sus amigos o qué estaba haciendo en nuestro apartamento, ella tomó una manta y pasó la noche justo en nuestra sala.
“Al ser nosotros bondadoso, dejamos que se durmiera y le pusimos una nota en la almohada para que supiera, cuando despertara, lo que había hecho la noche anterior. Y con la simple petición de que no robara nuestra casa, le dejamos un vaso de agua para que empezara su día.
“Definitivamente fue una gran historia que le contaremos a nuestras futuras generaciones para que tengan una gran lección para cuando pasen por una situación similar. Un simple acto de bondad puede cambiar una situación mucho peor.
“6 am: Finalmente se empezaron a escuchar esos pasos de la vergüenza. Salí y el sillón estaba vacío. Dejó el vaso de agua medio vacío; o como yo prefiero verlo: medio lleno”.