En los últimos años, no son pocas las mujeres que se han revelado contra los cánones de belleza, que marcan que deben ser ultradelgadas para ser modelos, así que han dejado su cuerpo al natural y gozan de él, sin miedo a mostrarlo.
La’Tecia Thomas es una modelo y profesional del maquillaje, australiana de 26 años, quien se mataba en el gimnasio, hacía dietas rigurosas, para tener ese cuerpo “perfecto” que las agencias y los medios han creado, hasta que un día dijo: no más. Además, como te darás cuenta, ¡es idéntica a Megan Fox!
Así es como lucía antes, cuando su aspiración de destacar en el mundo del modelaje la obligaba a mantener un cuerpo con el cual no estaba cómoda, ya que el no aceptarse, dijo, la hacía sentirse profundamente infeliz e insegura:
Estaba revisando mi teléfono y encontré esta vieja foto mía, cuando estaba entrenando para entrar en una competencia de traje de baño. Mucha gente mirará esta foto y hará comparaciones físicas y dirá que me prefería “antes”. Me prefiero en cualquier peso, siempre que sea feliz… Tu salud mental es tan importante como tu físico.
Recuerdo lo infeliz que estaba… detestaba ciertas partes de mi cuerpo, particularmente mi trasero/muslos, porque era y es la parte más difícil de mi cuerpo para perder perder peso. Tenía tanta inseguridad; me comparaba con otras mujeres y me faltaba confianza.
La transformación es evidente, pero no solo en lo físico, sino en lo mental, ya que dice la modelo, ahora de tallas grandes, nunca se había sentido tan feliz y segura de sí misma.
De la talla 10 -en Australia- pasó a ser talla 16, y aclara que la mayoría de la gente piensa que por estar delgada está sana, pero esto no necesariamente es cierto, sobre todo en el área sicológica.
Desde que cambié mi visión de la vida y aprendí a aceptar quién soy, sé que, hipotéticamente, si volviera a ser lo que solía ser, sería mucho más feliz y contenta de lo que era, porque aprendí a amarme.
Chicas como ella, o Iskra Lawrence, se han convertido en fuente de inspiración para muchas mujeres que habían vivido en una constante angustia por tener que cumplir con los lineamientos de belleza que la sociedad ha impuesto.
Para todas esas chicas que sueñan con la fama, ojalá tomen en cuenta este ejemplo, y piensen primero en su bienestar emocional, que al final, es lo más importante.