Matilda fue la película de los 90 que hizo que todos en algún momento soñáramos con tener poderes de telequinesis. Este filme basado en la novela homónima de Roald Dahl cautivó a millones de espectadores alrededor del mundo. Sus personajes caricaturescos ahora se encuentran en la memoria de muchos niños y padres.
Sin embargo, la protagonista Mara Wilson o Matilda, sin duda, es el personaje más recordado. Tanto su carisma como ternura eran innegables y el papel de la niña amante de los libros le quedó a la perfección. En la historia de ficción, Matilda desarrolla sus poderes debido al enojo que le provocan sus padres superficiales, pero detrás de cámaras, la pequeña Mara quizá deseó tener otra clase de habilidades que ayudaran a su querida madre.
Durante la filmación de Matilda en 1995, la madre de Mara, Suzie Wilson, fue diagnosticada con cáncer de mama, por lo que la familia Wilson se vio muy afectada. Entonces Danny DeVito y Rhea Perlman, esposos en la película y en la vida real, ofrecieron su apoyo incondicional a la familia con la que ya tenían fuertes lazos de amistad.
Danny y su pareja siempre me invitaban a casa y comíamos juntos, charlábamos y realmente estaban ahí en los momentos difíciles. Me sentía muy parte de su familia.
En 2016, Mara lanzó un libro titulado ¿Dónde estoy ahora?, en el que nos cuenta cómo de manera casi inmediata la familia Wilson hizo clic con DeVito y Perlman, con quienes compartían fines de semana, fiestas y cenas. Entre otras cosas, la actriz narra el triste episodio de la enfermedad de su madre y relata cómo al final de sus días, Suzie sólo deseaba ver por última vez a su pequeña en el papel de Matilda, pues el libro había sido uno de sus favoritos de toda la vida.
A mi mamá siempre le gustó el libro ‘Matilda’ y solía leérselo a los niños del colegio de mi hermano, así que era algo muy familiar para nosotros. Mi corazón se enterneció y ella estuvo envuelta de amor hasta el final.
Al enterarse de esto, Danny DeVito hizo un corte preliminar de la película y lo llevó al hospital para que Suzie fuera la primera en ver el resultado de la filmación. De esta manera, Suzie Wilson tuvo la oportunidad de morir en paz. La madre de Mara murió en abril de 1996, algunos meses antes del estreno de la película. La pequeña Mara creyó que su madre había fallecido sin poder disfrutar del filme, pero DeVito le reveló que le había llevado aquella copia preliminar, gesto por el que Mara siempre le estará agradecida.
En la película, DeVito era el peor padre del mundo, pero en la vida real se incrustó en el corazón de los Wilson, convirtiéndose en un padre adoptivo para la pequeña Mara. La anécdota, de alguna manera, le añade más valor a una película que nos dejó escenas memorables y personajes que aún hoy son entrañables, como Bruce y la señorita Tronchatoro. Ahora Mara Wilson se dedica a escribir, sigue los pasos de Dahl y cumple el destino de la gran lectora que era su personaje Matilda.