Un equipo de investigadores de la Universidad de Purdue, en Indiana, encontró la fórmula para crear la pintura más blanca del mundo. Su blancura es tal que logra reflejar un 98,1 por ciento de toda la luz que llega a ella, incluso si se pone frente a la luz del sol.
Los investigadores afirman que la luz que refleja es tanta que la superficie que pintaron con este material fue mucho más fría que la temperatura del ambiente que la rodeaba. De hecho, puede decirse que es todo lo opuesto al Vantablack, pigmento negro a base de nanotubos de carbono que es capaz de absorber hasta el 99,96 por ciento de la luz.
En octubre de 2020 se obtuvo una pintura basada en el carbonato de calcio, con una reflectancia de un 95,5 por ciento, esto significa que menos del 5 por ciento de la luz solar que llega a ella es absorbida como calor.
La razón por la que esta nueva pintura solo absorbe el 1,9 por ciento del calor es porque se empleó sulfato de bario en lugar de carbonato de calcio.
En nuestro experimento, la nueva pintura duplica el poder de enfriamiento de la anterior. Si usara esta pintura para cubrir un área de techo de aproximadamente 92,9 metros cuadrados, estimamos que podrías obtener una potencia de enfriamiento de 10 kilovatios. Eso es más poderoso que los acondicionadores de aire centrales utilizados por la mayoría de las casas.
Las pruebas que se realizaron indicaron que durante las horas en que la luz solar es más intensa, el material que está cubierto por esta nueva pintura se encontraba a 4,4°C más frío que la temperatura ambiental. Además, durante la noche, el material mantuvo una temperatura de 10,5 ° C por debajo de las temperaturas registradas en zonas cercanas.
Esta es una magnífica noticia, pues su capacidad de enfriamiento podría contribuir a luchar contra el calentamiento global, ya que este material puede emplearse en vez de aire acondicionado para enfriar casas y edificios.
La energía que consumen los sistemas de aire acondicionado proviene de la ignición de combustibles fósiles, pero mientras aparentemente mitigan el calor dentro de una casa, la electricidad se convierte en calor, por lo que aumenta la temperatura en el ambiente, lo que provoca un efecto de isla de calor y contribuye al calentamiento del planeta.
En total contraposición, esta pintura no consume absolutamente nada de energía. De hecho, todo el calor generado por la luz que en ella se reflecta es enviada directo al espacio profundo, lo que ayuda a enfriar nuestro planeta.
Según estimaciones, pintar gran parte de los techos, autos, edificios, carreteras y terrenos de todo el planeta correspondería 0,5 y el 1 por ciento de la superficie terrestre, lo que frenaría la actual tendencia del calentamiento global.
Tal vez nos resulte algo fantasioso pintar este porcentaje de todo el planeta, pero lo que se puede hacer es comenzar a utilizar la pintura en las estructuras y construcciones que se vayan construyendo para que su impacto se vea reflejado en un futuro no tan lejano.
Otra muy buena noticia sería que pudiéramos encontrar esta pintura para uso comercial, pues al ser accesible, podríamos contribuir a terminar con este mal que nos aqueja y atañe a todos.