La cultura japonesa es conocida en todo el mundo por su disciplina y respeto. Además, otra de las características que la distinguen de las demás es la filosofía mottanai, que puede traducirse a “nada debe desperdiciarse”, ya que en aquel país se le da un gran valor a los materiales, por lo que reutilizan todo lo que sea posible.
Este enfoque es demasiado benéfico para el medio ambiente, pues vivimos en una era en la que los recursos son cada vez más limitados. Mientras que el mundo dirige su atención a la reducción del consumo de combustible fósil y todo tipo de energía, en Japón surgió una empresa llamada Super Faiths Inc., la cual va un paso más allá al convertir desechos en combustible y energía.
El responsable de este visionario proyecto es Yukiro Kimura, quien comprendió que los pañales para adulto usados de hospitales, casas y hogares de ancianos podrían ser utilizados para crear combustible, por lo que creó unas máquinas capaces de convertirlos en pequeños pellets cuyo objetivo es generar energía.
El proceso consiste en someter estos desechos a trituración, fermentación, secado y calentamiento para eliminar cualquier rastro de bacteria a través de un sistema de conversión SFD. Luego el producto obtenido se envía a calderas de biomasa con la finalidad de producir electricidad o calentar agua.
Cada uno de los sistemas SFD puede tratar con aproximadamente 600 kilogramos de pañales usados por día y así generar suficiente electricidad para mantener una bombilla encendida durante cuatro días seguidos.
La razón por la que se decidió hacer este combustible en forma de pellets es que es mucho más rentable y ecológicamente responsable que la incineración. El hecho de que el papel combustible emite gases y contaminantes considerablemente menos tóxicos que los pellets de madera también ha contribuido a su favor en todo el mundo.
Por esta razón los materiales no combustibles resultan ser una muy buena fuente de energía, ya que están compuestos de 60 por ciento pulpa, 30 por ciento plástico y 10 por ciento de polímero absorbente.
Este método de reciclaje es bastante rentable. Además, resuelve el problema de desechar este tipo de basura. Este material fibroso contiene más o menos un tercio de la densidad de las bolsas de pañales y es capaz de generar aproximadamente 5000 kcal por cada kilogramo, así como ser utilizado para tareas que van desde calentar casas, agua, spas o hasta limpiar carreteras congeladas.
La producción de pañales para adulto en Japón ha ido en aumento, superando los 5 mil millones de unidades durante los últimos años. Mientras que la producción de pañales para bebé se ha visto reducida casi en un dos por ciento debido a la baja tasa de natalidad del país.
En la actualidad, Japón produce unos 23.5 mil millones de pañales de papel al año, de los cuales 8.4 mil millones son para adultos y, según estudios, se ha encontrado que la mayoría de estos pañales son recolectados e incinerados por las autoridades locales.
También se encontró que el uso de pulpa reciclada como material para pañales de papel puede contribuir a reducir en un 39 por ciento las emisiones de gases de efecto invernadero comparado con los basureros e incineradores.