Hace más de 1,500 años, los habitantes del desierto de Nazca, en Perú, tallaron en piedra algunas figuras geométricas, de animales y plantas, levantando a lo largo de varios kilómetros, las piedras oscuras sobre la arena clara del lugar.
Como en este sitio no hay mucho viento ni lluvia, los denominados geoglifos se han mantenido intactos, pero como siempre, tenía que ser el propio hombre quien pudiera terminar con esta maravilla, o al menos, con una parte…
A un lado de estos dibujos, corre la carretera Panamericana Sur, una autopista de cuota, por lo que al conductor de un camión se le hizo fácil salirse del asfalto para dar un rodeo por la terracería, y así, no pagar el peaje en una de las casetas.
Esto ocurrió en el kilómetro 424, y dejó su huella en una extensión de 50 x 100 metros, dañando 3 líneas de los geoglifos…
Desafortunadamente, como informa el Ministerio de Cultura de Perú, no es la primera vez que esto ocurre, pues a los transportistas se les ha hecho una práctica común el usar esta “vía alterna”, sin importarles el daño que causan.
Y es que, el terreno es tan delicado, que incluso los arqueólogos que investigan el lugar, usan un calzado especial, pues una pisada puede permanecer por miles de años sin borrarse. En esta ocasión, alguien pudo captar el momento en que el conductor entró a esta zona:
https://www.youtube.com/watch?v=dnPH-JpxsPw
Existen señalamientos que indican, se trata de una zona prohibida, sin embargo, el conductor alegó que no sabía, y también dijo que trataba de auxiliar a un compañero que sufrió una falla mecánica, pero como ya dijimos, esto es una práctica común.
Ahora, este tipo tendrá que pasar hasta 9 meses en prisión, acusado del delito de atentado contra el patrimonio cultural en Perú…
Además, también hay graciosos que quieren hacer “su aporte” a lo que aquí se encuentra, que se cree, es parte de una zona sagrada, dedicada a algunas divinidades celestes, ya que para apreciar correctamente las figura, debe hacerse desde las alturas:
Desde los años 30 se han investigado los geoglificos, y se ha descubierto que se trataba de un importante centro ceremonial, donde se asentaba la cultura Nazca, entre los años 200 a.C y 600 d.C, y también, del año 1 al 500, se encontraban los habitantes del Valle de Cahuachi, de quienes todavía existen los vestigios de una pirámide.
Muchos han señalado que estos dibujos corresponden a una “pista de aterrizaje para extraterrestres”, en una época en que humanos y seres de otras galaxias hubieran convivido, sin embargo, esto es parte de un mito.
Los investigadores han señalado que se trataba de parte de los rituales de esta cultura, y también para acompañar el camino de peregrinación hasta la pirámide de Cahuachi, y en algunos, se rompía cerámica, como parte de las ofrendas a las deidades.
Ojalá se entienda que esta zona debe ser protegida, y los actos vandálicos, o el pretender no pagar el peaje, cesen, para seguir teniendo este enigmático lugar durante varios milenios más…
Si la propia naturaleza los ha respetado, ¿por qué el hombre moderno no puede hacerlo?