Podrás presumir que en tu casa tienes un maravilloso jardín (de dos por dos metros cuadrados) y que te has esmerado meses en que se vea bien, con el pasto y las flores llenando todo de color, y una buena variedad de insectos como habitantes de ese lugar…
Pero ¿podrías decir que tienes todo un bosque, al que le has invertido buena parte de tu vida, con una extensa vegetación y por el cual, además de insectos, se pasean especies como elefantes?
Muy pocos en el planeta tienen el lujo de decir eso.
Pero Pamela Gale Malhotra y su esposo, Anil Malhotra, son de esas pocas, poquísimas personas que pueden decir: “este bosque es mío, y lo iniciamos desde que prácticamente era un desierto”.
En 1991 la pareja compró el terreno en el distrito de Kodagu, en la India, zona que había sufrido una erosión tremenda, pasando de tener un 86 por ciento de superficie cubierta por bosque, en 1970, a solo un 16 por ciento.
Lejos de usar el terreno para construir un hotel o un parque de diversiones, decidieron volverlo a la vida, y crearon el Santuario SAI, desde el año en que lo compraron hace 26 años, los cambios son significativos.
Pamela comentó a Great Big Story:
Cuando llegamos por primera vez, la mayoría de las tierras que nos fueron vendidas estaban abandonadas. Eran campos de arroz abandonados, de café y cardamomo. Hubo mucha deforestación. Eso tomó mucho, mucho cuidado y energía, y tiempo y años para traerlo de vuelta.
Desde que iniciaron su labor, el bosque se ha recuperado en una extensión de 121 hectáreas, lo que ha generado un hábitat para la vida silvestre, que incluye una gran variedad de insectos y grandes mamíferos como elefantes y tigres de Bengala.
En total, son cerca de 200 especies de animales que están en riesgo de extinción las que habitan en este lugar.
Ambos sentimos una tremenda alegría cuando caminamos por el santuario. Nunca he sentido este tipo de alegría en otra cosa que haya hecho en mi vida.
Recuerdo que, cuando caminaba, no escuchaba nada más que el sonido de mis pasos. Ahora el lugar está vivo y lleno de sonidos.
No ha sido fácil renunciar a las comodidades de la vida, pero la recompensa ha sido mayor…
¿Quieres dar un recorrido por este lugar? Mira este video: