La imponente altura de los edificios y el avance tecnológico nos persuaden de que nuestro dominio del mundo es total. El elegante diseño de nuestros automóviles y celulares, actualizados cada año, nos hacen creer que nuestro tiempo es ilimitado. Pero algunos expertos afirman que nuestro tiempo sobre el planeta Tierra está más que contado.
La cuestión ya no es si nos extinguiremos, sino cuándo. Esto ha llevado a distintos investigadores a plantear los escenarios del planeta sin la presencia humana. Este ejercicio de imaginación es lo único que nos queda por hacer, ya que nuestro rastro postapocalíptico será casi invisible, pues muy pocas de nuestras cosas o inventos sobrevivirán luego de nuestra total extinción.
De acuerdo a los expertos, la extinción es algo inevitable. Las especies que dominaron el planeta en diferentes épocas de la historia tuvieron que afrontar tarde o temprano su completa aniquilación y, por supuesto, la especie humana no está exenta de ser borrada por alguna catástrofe natural o un virus.
El virólogo australiano Frank Fenner piensa que desapareceremos de la faz de la Tierra en el próximo siglo debido a la sobrepoblación, contaminación y al cambio climático, así que ya tendríamos que empezar a prepararnos mentalmente para la catástrofe. Aunque nos preocupe este final, muy en el fondo sabemos que la vida en nuestro planeta continuará sin nosotros, por lo que ahora lo más excitante y lo único que podemos hacer es imaginar ese mundo sin el ser humano.
Hoy en día, para darnos una idea de lo que pasará con el planeta sin la presencia del homo sapiens podemos observar el sitio de exclusión en Chernóbil. Este micrositio ofrece un panorama certero del retorno de la naturaleza y la vida silvestre. Los animales salvajes volverán a poblar los territorios y la vegetación empezará a cubrir las ciudades. Algunos animales domésticos como el gato pulularán y los perros tendrán que competir junto a los lobos. En su libro El mundo sin nosotros, Alan Weisman escribe que “la naturaleza finalmente lo descompondrá todo” y que si no puede descomponerlo, lo enterrará.
La pregunta de si surgirá vida inteligente después de nuestra desaparición no es tan fácil de responder, pues los expertos ven algo borrosas sus predicciones al no poder observar todavía las condiciones de la extinción, pues aún faltaría contemplar la destrucción de los 450 reactores nucleares que existen alrededor del mundo y los efectos de su radiación.
Además, para algunos estudiosos, el surgimiento de la inteligencia en otra especie es difícil de contestar, pues quizá, después de nuestra desaparición venga un periodo de relativa restauración en el que las especies vivirán más relajadas, lo cual no las llevará a tratar de implementar formas de sobrevivencia. Luego de nuestra extinción, la flora y la fauna enfrentarán un periodo de adaptación de al menos 100 años. Las cadenas tróficas y el medio ambiente serán las principales cosas que tendrán que pasar por un nuevo proceso de estabilización.
Sin embargo, algunas de nuestras invenciones sí nos sobrevivirán: caminos, ruinas y muestras de arte aguantarán al menos dos mil años. Además, los artefactos espaciales seguirán funcionando sin nosotros y las transmisiones de radio que hemos lanzado al espacio en busca de alguna respuesta pervivirán durante mucho más tiempo. Y eso será todo.