Recientemente surgió una noticia que inquietó demasiado a la población, y no es para menos, pues en China se comenzaron a hacer pruebas anales para la detección de covid-19. Sí, así como lo lees, ya de por sí, el hisopado nasofaríngeo es molesto, ahora imagínate toparte con esto.
En España hay evidencia científica que asegura que examinar aguas fecales ayuda a detectar de una mejor forma la enfermedad, así controlar la pandemia. Además, se considera que un paciente que ya lleve varias semanas hospitalizado, víctima de esta enfermedad, puede ser dado de alta sin ningún rastro del virus.
Además, esto es una manera de descartar PCR nasales negativas en pacientes que ya cuentan con la sintomatología de la infección. Al menos esto es lo que expone Luisa María Botella Cubells, una bióloga del Centro de Investigaciones Biológicas Margarita Salas del Centro de Investigaciones Científicas.
Hoy por hoy no serviría como prueba diagnóstica de infección activa sino para pacientes que se sabe ya han pasado por la infección, y confirmar así si ya están totalmente libres del coronavirus.
-Luisa María Botella
Las vías respiratorias son el conducto de entrada del virus al organismo, es por eso que las muestras de mucosa nasofaríngea son las que se han utilizando para detectar las infecciones que tenemos activas. Una vez que el virus ha ingresado al organismo, se traslada a la parte baja de los pulmones, de ahí pasa a irrigarse por el resto del cuerpo hasta llegar al tracto gastrointestinal, por lo que es muy probable que las mayores concentraciones de este se encuentren en las heces fecales.
Esta opinión se encuentra bastante dividida. Mientras unos científicos son partidarios de esto que acabamos de exponer, muchos otros más sugieren que la PCR en el tracto respiratorio es más que suficiente para detectar la enfermedad.
Actualmente, en Beijing han sido sometidas aproximadamente tres millones de personas a este tipo de pruebas después de que un niño de nueve años diera positivo a covid-19. Debido a esto, también se está en expectativa de que la propagación del coronavirus pueda ser restringida y ralentizada llevando a cabo pruebas de mejor calidad a la mayor cantidad de personas posibles para aislar a los que ya están infectados.
Estas pruebas se llevan a cabo insertando un hisopo en el recto aproximadamente dos o tres centímetros para luego ser girado algunas veces con el fin de recolectar el ácido nucleico que se necesita para la prueba. Posteriormente, se extrae el hisopo y se etiqueta como muestra estéril. Este procedimiento tarda un más o menos 10 segundos.
En China se han usado los hisopos anales desde hace algún tiempo. Sin embargo, según información, solo han sido utilizados en grupos clave de los centros de cuarentena porque puede resultar incómodo para las personas que solo van a realizarse dicha prueba.
También se dice que el virus en cuestión es capaz de sobrevivir de una mejor forma en el excremento que en el tracto respiratorio, pues se ha encontrado que varios pacientes asintomáticos tienden a recuperarse de la infección brevemente y es posible que no se encuentre rastro alguno de la enfermedad en vías respiratorias después de tres o cinco días.
Además, se ha considerado que aunque el PCR anal arroje un resultado positivo, el paciente no es un elemento infeccioso aunque elimine el ARN del virus por medio de las heces, y una vez que el PCR nasal haya dado negativo, todo apunta a que la inefectividad después de 10 o 15 días sin síntoma alguno es inexistente aun con PCR nasal positiva porque lo que se detecta son los restos de ARN, pero no del virus completo con la capacidad de transmitir la infección.
Esta noticia se dio a conocer hace muy pocos días cuando una cadena televisiva china infirmó que algunos trabajadores sanitarios habían estado realizando hisopados anales a residentes del barrio Li Tongzeng, confirmando casos positivos de coronavirus.
Sin embargo, autoridades sanitarias como el subdirector de Biología y Patógenos de la Universidad de Wuhan, Yang Zhanqui, afirmó que la PCR tomada en el tracto respiratorio sigue siendo la mejor forma de detectar el virus, pues es donde inicia la infección.